LA OFENSIVA TERRORISTA

La Ertzaintza impide por la fuerza el homenaje al etarra Ekain Ruiz en el Ayuntamiento de Hernani

La Ertzaintza recurrió ayer a la fuerza para impedir que los familiares y amigos del etarra Ekain Ruiz instalasen en el Ayuntamiento de Hernani (Guipúzcoa) su capilla ardiente, finalmente colocada en la plaza principal. La actuación policial se produjo en cumplimiento de una orden judicial. En Markina (Vizcaya), la localidad natal de Patxi Rementeria, jefe del comando Vizcaya fallecido junto a Ruiz y otros dos terroristas el pasado día 7, en Bilbao, al estallarles su coche cargado de explosivos, no intentaron siquiera entrar en la sede municipal al sospechar que los agentes estaban en su inter...

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La Ertzaintza recurrió ayer a la fuerza para impedir que los familiares y amigos del etarra Ekain Ruiz instalasen en el Ayuntamiento de Hernani (Guipúzcoa) su capilla ardiente, finalmente colocada en la plaza principal. La actuación policial se produjo en cumplimiento de una orden judicial. En Markina (Vizcaya), la localidad natal de Patxi Rementeria, jefe del comando Vizcaya fallecido junto a Ruiz y otros dos terroristas el pasado día 7, en Bilbao, al estallarles su coche cargado de explosivos, no intentaron siquiera entrar en la sede municipal al sospechar que los agentes estaban en su interior.

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Las puertas de la casa consistorial de Hernani permanecieron ayer con el cerrojo echado. El salón de plenos estuvo vacío todo el día. La capilla ardiente del etarra Ekain Ruiz no pudo, por tanto, ser instalada en su interior como pretendían sus familiares, amigos y vecinos. La Ertzaintza lo impidió en cumplimiento de una orden judicial dictada a primera hora de la mañana por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco suspendiendo de forma cautelar la decisión aprobatoria adoptada la víspera por Euskal Herritarrok (EH), partido que gobierna en mayoría la localidad.El programa de los actos preparado por EH, Gestoras pro Amnistía, Haika y el sindicato LAB, al que se sumó también el Ayuntamiento hernaniarra, se vio alterado por esta prohibición. La resolución del máximo tribunal vasco fue adoptada al conocer el recurso presentado en la noche del sábado por los servicios jurídicos del Estado contra el acuerdo municipal de ceder el Ayuntamiento para instalar la capilla ardiente del integrante del comando Vizcaya fallecido el pasado día 7, en Bilbao, junto a Patxi Rementeria, Urko Gerrikagoitia y Zigor Aranbarri.

Tras recoger los restos de Ruiz en el crematorio de Rentería, la caravana regresó al mediodía a Hernani con la intención de dirigirse hasta el Ayuntamiento. Pero para entonces el Departamento vasco de Interior ya había desplegado a varios efectivos de la Ertzaintza frente a su fachada y en sus inmediaciones. Habían recibido órdenes expresas de obedecer al juez e impedir la entrada de las cenizas de Ruiz en el consistorio.

En ese instante se iniciaron los altercados entre la Policía vasca y los familiares y allegados del etarra, cerca de un centenar de personas que intentaron tener acceso al edificio consistorial sin conseguirlo. Los agentes utilizaron material antidisturbios para dispersar a los concentrados.

La capilla ardiente, una urna con las cenizas de Ruiz, fue colocada finalmente en la plaza Gudari (Soldado), en el casco viejo del pueblo, junto al ayuntamiento. Allí, a cielo descubierto, estuvieron los restos mortales hasta que comenzó a las siete de la tarde el acto político en honor del terrorista, del que fueron expulsados todos los periodistas -a excepción de los representantes de los diarios Gara y Egunkaria- a pesar de la fuerte presencia de la Ertzaintza.

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Al estrado, decorado con una gran foto de Ruiz y de sus tres compañeros del comando, subieron la alcaldesa, Mertxe Etxeberria (EH), y varios amigos del fallecido, quienes ensalzaron su figura. Minutos antes de comenzar este acto, la Guardia Civil colocó controles en todas las entradas por carretera a Hernani.

En Markina (Vizcaya), los restos mortales de Patxi Rementeria llegaron a las 17.09 horas en una urna que portaban dos mujeres, precedidas por jóvenes que guiaban a la comitiva con una ikurriña y la fotografía del activista etarra.

Entre sonados vivas a ETA, varios centenares de personas homenajearon a Rementeria, cuyas res cenizas tuvieron que ser colocadas frente a la fachada consistorial, donde permanecieron durante una hora y media, ante la prohibición judicial de utilizar el ayuntamiento para instalar la capilla ardiente. Sorprendentemente, sin embargo, en las calles no se observó la presencia de ningún furgón de la Policía vasca para proteger la entrada a la sede municipal.

Más tarde, en el acto político celebrado en la plaza El Prado, el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, advirtió al PNV de que se convertirá en "cómplice de la política antiterrorista de Mayor Oreja" si acude a la reunión con el ministro del Interior.

"¿De qué tiene miedo la dirección del PNV? ¿A qué espera? ¿A favor de quién vais a apostar de nuevo? ¿Quién es Caín y quién Abel cuando vais a hablar con Mayor Oreja?", se preguntó, con énfasis, el dirigente de la coalición independentista.

Huelga total

Nadie abrió ayer su establecimiento comercial en Hernani, Durango y Markina. Por si quedaba algún despistado, varios vecinos hicieron en la víspera, de noche, visitas sobre todo a los bares y restaurantes para recordarles la existencia de una convocatoria que fue divulgada por todos los rincones, sin ahorrar en pancartas, carteles, pasquines ni hojas informativas.La jornada de huelga general, en domingo, fue secundada al 100%, lo que unido al luto por los cuatro etarras fallecidos obligó a todos los vecinos de las tres localidades vascas a recluirse en sus domicilios.

Las calles vacías, las persianas echadas, ikurriñas con luto en muchos balcones, banderas con el emblema que pide el acercamiento de los presos de ETA... El silencio de las calles sólo se vio roto en Hernani y Markina por la música de la marcha fúnebre que propagaban los altavoces y la megafonía cedidos por cada Ayuntamiento para redoblar el sentimiento de duelo y dolor.

En medio de una tensión tan silenciosa como evidente, los conductores esquivaban los contenedores de basura, que fueron utilizados por los radicales como barricada para cortar algunas calles de Hernani. En este municipio, siempre en silencio, todos los caminos conducían a la plaza Gudari, donde estaba la urna con las cenizas del etarra Ekain Ruiz.

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