Bruselas expedienta a Microsoft por tratar de controlar los programas para Internet

Un nuevo frente judicial se abre para Bill Gates. La Comisión Europea abrió ayer un procedimiento de infracción contra Microsoft por tratar de controlar el mercado de programas para servidores (los grandes ordenadores que permiten funcionar a Internet) aprovechando su posición de dominio en los programas para ordenadores personales. La compañía tiene dos meses para responder a las acusaciones, que son producto de las denuncias presentadas por su competidor Sun Microsystems. Microsoft aseguró ayer que sus productos y sus acciones comerciales son "conformes" con el marco legal de la UE.

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Un nuevo frente judicial se abre para Bill Gates. La Comisión Europea abrió ayer un procedimiento de infracción contra Microsoft por tratar de controlar el mercado de programas para servidores (los grandes ordenadores que permiten funcionar a Internet) aprovechando su posición de dominio en los programas para ordenadores personales. La compañía tiene dos meses para responder a las acusaciones, que son producto de las denuncias presentadas por su competidor Sun Microsystems. Microsoft aseguró ayer que sus productos y sus acciones comerciales son "conformes" con el marco legal de la UE.

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Éste es el primer procedimiento de infracción abierto por la Comisión Europea contra Microsoft. No obstante, en febrero acordó investigar el lanzamiento de Windows 2000, aunque todavía no ha transformado esa investigación en denuncia formal. Aunque ambos procesos son de naturaleza distinta, pueden acabar fusionándose según portavoces de la Comisión. La iniciativa de Bruselas, aparentemente, no afectó al valor. Ayer, la compañía ganó un 0,69% en su cotización en Nueva York. La denuncia planteada ayer a instancias del comisario de la Competencia, Mario Monti, se refiere al sector de los programas para grandes ordenadores en la Red. Según Bruselas, Microsoft aprovecha su dominio casi absoluto en el software para ordenadores personales, donde tiene una cuota de mercado del 95%.

"La mayor parte de los ordenadores personales forman parte de redes, que a su vez están controladas por servidores", explicó ayer la Comisión en una nota. "La interoperatividad, es decir, la capacidad de los micro-ordenadores de comunicar con el servidor, es el fundamento de la informática en red. Pero esa interoperatividad sólo es efectiva si los programas para ordenadores personales y para servidores pueden comunicar por medio de vínculos llamados interfaces".

Para estar en condiciones de concebir esos programas, los competidores de Microsoft necesitan conocer las informaciones relativas al interface, como detalles técnicos y ciertas partes del código de Windows. Si los competidores no pueden elaborar esos programas, los usuarios de Windows para ordenadores personales se ven obligados a utilizar los programas para servidores Windows si quieren tener una interoperatividad total.

Información esencial

Según Sun Microsystems, Microsoft le ha negado esas informaciones esenciales en los interfaces de Windows 95, 98, NT 4.0 y todas las actualizaciones posteriores y ha puesto en práctica una política discriminatoria en la concesión de licencias entre sus competidores según el criterio de amigos y enemigos. Frente a las acusaciones, Microsoft aseguró ayer que "está segura de que sus productos y sus prácticas están en total conformidad con la legislación de la UE". "Estamos seguros" aseguró la compañía "de que una vez que la Comisión Europea examine la información que le vamos a proporcionar, obtendremos una solución positiva a este asunto".

Por su parte, Monti subrayó en su comunicado que "no tolerará que una posición dominante sobre un determinado mercado sea extendida a mercados vecinos apoyándose en prácticas contrarias a la competencia y bajo pretexto de proteger los derechos de autor".

Desde la recepción de la demanda, Microsoft dispone de dos meses para defenderse por escrito y tendrá derecho a ser escuchada en una vista que suele celebrarse al mes de presentada la respuesta escrita. Tras escuchar a Microsoft, la Comisión podrá tomar una decisión, en la que no se excluye la aplicación de una multa, que podría llegar al 10% de la facturación mundial de Microsoft (3,6 billones de pesetas), es decir, 360.000 millones de pesetas. En la práctica, la Comisión no ha impuesto nunca una sanción similar.

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