Reportaje:

'Superchips' para las 'pymes'

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen limitado por su dimensión el acceso a las posibilidades informáticas de las que disfrutan las grandes. Esta desventaja puede quedar anulada mediante un programa auspiciado por la Unión Europea (UE), en el que ha participado el centro tecnológico Labein, y posibilita la transformación de sus ordenadores personales en superordenadores virtuales.El proyecto, que ha sido culminado tras 3 años de trabajo, ha reunido a 21 grupos de trabajo europeos, entre los que se encontraban el centro tecnológico vasco y las Universidades Politécnicas ...

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'Software' especializado

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen limitado por su dimensión el acceso a las posibilidades informáticas de las que disfrutan las grandes. Esta desventaja puede quedar anulada mediante un programa auspiciado por la Unión Europea (UE), en el que ha participado el centro tecnológico Labein, y posibilita la transformación de sus ordenadores personales en superordenadores virtuales.El proyecto, que ha sido culminado tras 3 años de trabajo, ha reunido a 21 grupos de trabajo europeos, entre los que se encontraban el centro tecnológico vasco y las Universidades Politécnicas de Valencia y Barcelona. Cada uno de estos grupos ha actuado como consultor local de la tecnología, para que las empresas posteriormente pudieran adaptarla a sus necesidades concretas.

Los grandes procesos industriales y tecnológicos exigen en la actualidad un grado de detalle y exactitud tan elevado que necesitan ordenadores muy potentes, los superordenadores. Estas grandes máquinas son sumamente costosas y solamente se encuentran al alcance de grandes empresas y centros públicos.

No obstante, gracias a la tecnología denominada Computación de Altas Prestaciones, (HPCN, en inglés) es posible conectar en red cualquier ordenador personal o estación de trabajo para distribuir las tareas entre varios procesadores, que simultáneamente llevan a cabo parte de la función y se convierten así en auténticos superordenadores virtuales. De esta manera, por ejemplo, se pueden conectar todos los ordenadores personales disponibles en los locales de una compañía de construcción durante la noche, o durante los fines de semanas, para efectuar cálculos de simulación en tres dimensiones, si el programa para realizar tal tarea está disponible.

El origen de esta tecnología data de 1985, cuando fue concebida para competir con empresas como Cray o IBM, cuyos calculadores de alto rendimiento, pero también de alto coste, dominaban el mercado. La complejidad del proyecto reside fundamentalmente "en que un software secuencial, que funciona en un ordenador, no funciona en una red, por lo que hay que reprogramar parte del código para que se pueda reducir el tiempo de cálculo", como explica José Ignacio Barbero, responsable de la línea tecnológica de Labein.

La UE viene desarrollando desde 1990 diversos programas que tienen como objetivo poner a disposición de las pymes esta tecnología en un espacio económico donde este tipo de empresas representan el 65% los puestos de trabajo. Asimismo, y dentro el programa marco de proyectos de investigación y desarrollo la UE, está previsto dar continuidad a este tipo de actividades.

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Por su parte, Labein viene participando desde 1992 en proyectos europeos de desarrollo de software con tecnología HPCN. Cuando surgió la convocatoria, establecida por el programa Esprit de la UE, Labein presentó una propuesta que fue seleccionada junto con las otras 20 que finalmente formaron la red europea HPCN.

El presupuesto total del programa ha ascendido a 70 millones de euros (unos 11.000 millones de pesetas), con los que se han podido desarrollar 173 proyectos que incorporan esta tecnología, en diferentes sectores como la elaboración de motores, viajes aéreos, maquinaria, medio ambiente, transporte, medios de comunicación, biotecnología, agricultura o construcción.

Las empresas participantes van desde firmas de software altamente especializadas y con no más de 20 trabajadores, a compañías de tamaño medio con 500 empleados; desde un proveedor de coches británico a un diseñador de interiores francés, un proyectista urbanístico escocés, un centro médico de rehabilitación holandés, un diseñador gráfico alemán, un productor de películas sueco o un asesor financiero italiano.En este sentido, los proyectos han sido tan diversos como un sistema para la restauración rápida de películas, la adaptación a este sistema del potente software en tres dimensiones Cinema 4D, un modelo tridimensional de la rodilla humana para el diseño de prótesis, soportes de realidad virtual para monitorizar programas de rehabilitación física en enfermos, o controles de calidad aplicados a la fabricación de galletas, por ejemplo. Según datos de la UE, los beneficios para las empresas participantes en esta iniciativa para los próximos 3 años se estiman en 42 millones de euros (7.000 millones de pesetas).

Del transporte a la forja

La contribución de Labein a la red europea de HPCN ha permitido el desarrollo trabajos que ya están siendo utilizados en empresas. Un programa informático de análisis de tolerancias en el proceso de diseño de máquina-herramienta facilita la detección de defectos de diseño, fabricación o montaje en sus primeras fases, de forma que se detecten antes que su eliminación sea más costosa.Otro programa hace posible la reducción de los costes de distribución de empresas que utilicen diversos tipos de transporte para sus mercancías. Finalmente, un sistema de simulación por ordenador permite la optimización del proceso de diseño de forja.

"Los superordenadores seguirán siendo necesarios para abordar grandes problemas, como la meteorología o el genoma, y estarán situados en universidades y grandes empresas, como la NASA, Boeing, Airbus, etcétera, mientras que las pymes podrán utilizar estos superordenadores virtuales para resolver sus problemas cotidianos", señala José Ignacio Barbero.

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