Entusiasta acogida en Santiago al estreno de la 'Misa' de Bernstein

El aforo del Auditorio de Galicia no se llenó

No hubo lleno en el Auditorio de Galicia, en Santiago de Compostela, pero tras casi dos horas de representación, el público se puso en pie y ovacionó largamente a las 200 personas que participaron, el pasado viernes, en el montaje de Mass, la misa de Leonard Bernstein, estrenada en España. La propuesta del compositor estadounidense sigue manteniendo su aire iconoclasta tres décadas después de haber sido concebida, pero las 700 personas que acudieron al estreno no se dejaron llevar por los prejuicios y premiaron con entusiasmo a músicos, bailarines y actores, especialmente al tenor Dougl...

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No hubo lleno en el Auditorio de Galicia, en Santiago de Compostela, pero tras casi dos horas de representación, el público se puso en pie y ovacionó largamente a las 200 personas que participaron, el pasado viernes, en el montaje de Mass, la misa de Leonard Bernstein, estrenada en España. La propuesta del compositor estadounidense sigue manteniendo su aire iconoclasta tres décadas después de haber sido concebida, pero las 700 personas que acudieron al estreno no se dejaron llevar por los prejuicios y premiaron con entusiasmo a músicos, bailarines y actores, especialmente al tenor Douglas Webster, soberbio en su papel de celebrante del singular oficio religioso.La Misa de Bernstein era uno de los principales reclamos del Festival de Música de Galicia, pero la respuesta inicial del público no correspondió al acontecimiento que representaba el estreno en España de esta obra compuesta en 1971. Frente a los abarrotes en otros conciertos -las entradas para escuchar la composición de Philip Glass para la clásica versión cinematográfica de Drácula, de Tod Browning, se agotaron con 15 días de antelación-, Mass no logró cubrir el millar de localidades. Sin embargo, la frialdad previa se transmutó en entusiasmo una vez concluida la representación, una de las más ovacionadas del festival.

Tres décadas después de que Bernstein compusiera la obra para la inauguración del Centro John F. Kennedy, por encargo de la viuda del asesinado presidente de EE UU, Mass ya no escandaliza a nadie, ni siquiera en una ciudad como Santiago, que en otro tiempo pasó por ser uno de los reductos del integrismo católico. En cualquier caso, el espectáculo no ha perdido del todo su espíritu heterodoxo y ecléctico. A partir de la estructura de una misa tradicional, van desfilando los más variados personajes, desde prostitutas a ufanos multimillonarios. Los fieles no son creyentes sumisos, sino seres que dudan e incluso arremeten contra Dios.

En este caso, al tratarse de un montaje dirigido por españoles -el responsable de escena es Joan Ollé y el musical, Ángel Gil-Or-dóñez-, la mezcla también abarca lo idiomático. Los textos originales, una combinación de inglés, latín y hebreo, se ofrecieron subtitulados en gallego, y la cantante pop española Cristina del Valle interpretó dos temas en castellano.

Mass volverá a representarse el próximo día 22 en el festival de Perelada (Girona) y el 24, en Sagunto (Valencia).

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