La Audiencia de Alicante ordena que se juzgue el caso de Marina Ocaña
La Audiencia de Alicante ha ordenado la celebración de un juicio para dirimir las posibles responsabilidades derivadas de la muerte de la niña Marina Ocaña (de cuatro años), tras ser operada de amígdalas en la clínica privada Mare Nostrum, en abril de 1997. La operación se enmarcaba dentro del plan de choque de la Consejería de Sanidad para aminorar las listas de espera.El auto del tribunal, la sección segunda de la Audiencia, revoca por segunda vez el archivo de la causa decretado en sendas ocasiones por el juzgado instructor. Al contrario que el magistrado instructor, la Audiencia sí ve indi...
Batalla judicial
La Audiencia de Alicante ha ordenado la celebración de un juicio para dirimir las posibles responsabilidades derivadas de la muerte de la niña Marina Ocaña (de cuatro años), tras ser operada de amígdalas en la clínica privada Mare Nostrum, en abril de 1997. La operación se enmarcaba dentro del plan de choque de la Consejería de Sanidad para aminorar las listas de espera.El auto del tribunal, la sección segunda de la Audiencia, revoca por segunda vez el archivo de la causa decretado en sendas ocasiones por el juzgado instructor. Al contrario que el magistrado instructor, la Audiencia sí ve indicios de responsabilidades penales en la muerte de la pequeña. De ahí, que la Sala ordene el cese de la instrucción, a su juicio "suficiente y exhaustiva", y que se celebre la vista oral, como pedían en sus recursos tanto el fiscal como la acusación particular.
El juzgado mantuvo siempre que la muerte de Marina Ocaña fue ajena a la intervención quirúrgica y, por tanto, que no hubo negligencia médica por parte de los facultativos de la clínica. Sin embargo, el auto de la Audiencia recoge que el fallecimiento de la niña pudo deberse a un exceso de suero. "Aceptando las dudas suscitadas sobre la etiología de la muerte de la menor, dado que el edema cerebral causante del fallecimiento pudo tener su origen en una intoxicación hídrica causante de una hiponatremia, por exceso de administración de líquidos, debe continuarse el proceso y celebrarse el correspondiente juicio", dice el auto.
La decisión de la Audiencia de Alicante de reabrir el caso Marina Ocaña ha sido calificada como " una buena noticia" por el abogado de la familia, el letrado Antonio Martínez Camacho. "La decisión de la Audiencia es muy importante, porque significa lo que hemos estado esperando hasta ahora, es decir, la celebración de un juicio oral y público acerca de las actuaciones de los responsables de la clínica", dijo Camacho a Efe.El letrado de la acusación particular anunció que, además de las responsabilidades penales, en su escrito de acusación también incluirá que se declare responsable civil subsidiaria a la Consejería de Sanidad, ya que la operación se incluía dentro del plan de choque de este departamento. El abogado señaló que el auto de la Audiencia especifica que debe celebrarse un juicio por la vía penal. No obstante, el fiscal considera que se debe acusar a los responsables de la clínica de una falta, mientras que la familia de la fallecida insiste en que se cometió un delito de imprudencia profesional.
Según el abogado, Pedro y Michelle, padres de la niña fallecida, también han acogido con satisfacción el auto de la Audiencia. "Esperan que se haga justicia y que de una vez por todas se esclarezca si hubo o no irregularidades en la intervención de su hija", subrayó Camacho.
Tras el fallecimiento de su hija, Pedro y Michelle iniciaron una incansable "batalla" tanto en los tribunales como ante la opinión pública para denunciar que, según ellos, fue un "error médico" lo que motivó la muerte de Marina Ocaña.
José Antonio Quesada, director adjunto de la clínica Mare Nostrum, expresó ayer su deseo de que finalmente se esclarezca el caso, aunque hizo hincapié en los dos archivos de la denuncia decretados hasta ahora por el juez instructor.
La clínica Mare Nostrum, que acapara el 50% de los pacientes y facturación del plan de choque en la provincia de Alicante, ha sido denunciada en dos ocasiones por supuestas irregularidades médicas. Aparte del caso de Marina Ocaña, hace unos meses otra familia de Elche denunció al centro médico por considerar que una niña de siete años perdió la visión en un ojo tras ser operada de estrabismo.