Dolores Aguirre: "Me preocupan los reconocimientos en Madrid"

Los toros de la ganadera bilbaína se lidian hoy en Las Ventas

A Dolores Aguirre, ganadera que hoy va a lidiar sus toros en Las Ventas, le tiemblan las piernas y le sudan las manos cada vez que los veterinarios examinan sus toros en el reconocimiento previo. "Me preocupan mucho los reconocimientos en Madrid, porque son muy rigurosos", dice. "Voy a ellos con la misma angustia y el mismo miedo con el que acudiría a un examen en la Escuela de Ingenieros de Caminos".

La ganadera explica que "para ver si tienen trapío se fijan mucho en la culata y, sobre todo, en los pitones". "A veces", dice un tanto extrañada, "desechan un toro porque no está astifino...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A Dolores Aguirre, ganadera que hoy va a lidiar sus toros en Las Ventas, le tiemblan las piernas y le sudan las manos cada vez que los veterinarios examinan sus toros en el reconocimiento previo. "Me preocupan mucho los reconocimientos en Madrid, porque son muy rigurosos", dice. "Voy a ellos con la misma angustia y el mismo miedo con el que acudiría a un examen en la Escuela de Ingenieros de Caminos".

Más información

La ganadera explica que "para ver si tienen trapío se fijan mucho en la culata y, sobre todo, en los pitones". "A veces", dice un tanto extrañada, "desechan un toro porque no está astifino y no tienen en cuenta que todos los toros no tienen por qué ser astifinos".Estas inquietudes y zozobras las tiene ahora Dolores Aguirre porque un buen día, allá por el año 1977, se le ocurrió comprar la ganadería de María Teresa Osborne. "Aquello fue una ocurrencia de mi marido", comenta la ganadera. "Antonio Ordóñez nos habló muy bien de esos toros y nosotros, que teníamos una finca en Sevilla con ganado manso, le hicimos caso y nos metimos en esto".

"Esto" fue, para la bilbaína Dolores Aguirre, un agobio y un incordio en los primeros años. "Pero luego, cuando hicimos la placita y empezaron a llegar a casa los toreros para hacer los tentaderos, me entró una afición enorme y cada vez me ha ido gustando más, y hoy me agrada una barbaridad", añade.

Antes que de María Teresa Osborne, los toros que compró habían sido de Pilar Fernández Cobaleda, una de las hijas de Atanasio Fernández, y por eso descienden todos de vacas y sementales del ganadero de Salamanca. Comenta Dolores Aguirre que ése fue el motivo principal para quedarse con la ganadería: "A mí me gustaron siempre los toros de Atanasio. Son muy bonitos y, cuando embisten, meten muy bien la cara".

Luego vendría la compra de esos dos sementales del conde de la Corte, Ali y Tamariz, que han renovado la sangre de su ganadería, en la que había mucha consanguinidad.

La corrida de hoy, 29ª de abono. Toros de Dolores Aguirre para Miguel Rodríguez, Víctor Puerto y El Califa. A las 19.00 horas.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En