Entidades del Baix Llobregat se unen para denunciar el déficit sanitario en la comarca

El Consejo Comarcal del Baix Llobregat, los sindicatos y las asociaciones de vecinos se han unido para denunciar que el déficit sanitario en la comarca, uno de los territorios más densamente poblados de Cataluña, empieza a ser insostenible. Pese a concentrar el 60% de la población perteneciente a la región sanitaria Costa de Ponent, el Baix Llobregat sólo recibe el 28% de los recursos destinados a esta comarca. El Baix Llobregat lleva esperando desde hace años la construcción del hospital comarcal de Sant Joan Despí, que reduciría a la mitad las listas de espera en Bellvitge.

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El Consejo Comarcal del Baix Llobregat, los sindicatos y las asociaciones de vecinos se han unido para denunciar que el déficit sanitario en la comarca, uno de los territorios más densamente poblados de Cataluña, empieza a ser insostenible. Pese a concentrar el 60% de la población perteneciente a la región sanitaria Costa de Ponent, el Baix Llobregat sólo recibe el 28% de los recursos destinados a esta comarca. El Baix Llobregat lleva esperando desde hace años la construcción del hospital comarcal de Sant Joan Despí, que reduciría a la mitad las listas de espera en Bellvitge.

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El pasado lunes, la Federación de Asociaciones de Médicos de Hospitales de Cataluña (Famhoc), sindicato mayoritario en los 52 centros hospitalarios concertados de la Red Hospitalaria de Utilización Pública, ya denunciaba en este diario el agravio comparativo que sufren los pacientes del Baix Llobregat, quienes deben esperar hasta ocho años para ser operados de prótesis de rodilla, mientras que en hospitales de zonas menos pobladas, como Figueres, la espera para la misma intervención se prolonga unos dos meses.El sindicato señalaba que un tercio de los 30.000 catalanes en lista de espera se concentra en el Baix Llobregat. El presidente del Consejo Comarcal, José Luis Morlanes, lamentó ayer que los últimos datos oficiales sobre la situación de las listas de espera se remonten a diciembre de 1997, pese a que han sido reclamados insistentemente.

Por aquellas fechas, una operación de traumatología en Bellvitge requería una espera de dos años y una de oftalmología en Martorell, de 15 meses. En la actualidad la situación ha empeorado mucho.

El Consejo Comarcal, los sindicatos y las asociaciones de vecinos denunciaron ayer que una intervención de prótesis de cadera en Bellvitge requiere esperar hasta ocho años y en el hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet, entre cuatro y seis años. En este mismo centro sanitario, para una operación de cataratas, de riñón o una prótesis de rótula hay que esperar entre dos y cuatro años. En el hospital infantil de Sant Joan de Déu debe pasar una media de dos años para que un niño sea intervenido de una simple admigdalitis, según CC OO.

El Baix Llobregat lleva esperando desde hace años la construcción del hospital comarcal de Sant Joan Despí, que debe dar servicio, además de a esta localidad, a Cornellà, Esplugues, Sant Feliu y Sant Just Desvern, poblaciones que suman más de 200.000 habitantes. Con este nuevo hospital se reduciría a la mitad las listas de espera en Bellvitge. Las 30.000 firmas recogidas por las asociaciones de vecinos y los sindicatos consiguieron que el consejero de Sanidad, Eduard Rius, asegurara que el hospital se construiría en esta legislatura, pero no hay un compromiso de inicio de obras y plan de financiación.

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Déficit en primaria

El déficit sanitario en el Baix Llobregat no se reduce a los equipamientos hospitalarios. La situación de la red de asistencia primaria, especialmente en el centro y sur de la comarca, no es tampoco para echar las campanas al vuelo, coinciden en señalar administraciones locales, vecinos y centrales sindicales.

En el Baix Llobregat existen 44 centros de asistencia primaria (CAP) para una población aproximada de 650.000 personas: uno por cada casi 14.000 habitantes, y hay que tener en cuenta que, según los datos que obran en poder del Consejo Comarcal, el 90% de esta población usa la sanidad pública.

Están pendientes de construirse varias áreas básicas de salud, entre ellas la de Viladecans, donde los usuarios hace años que deben ser atendidos en unos locales instalados en los bajos de un edificio cuyas condiciones han sido denunciadas por el Sindicato de Médicos de Cataluña.

"La situación de la sanidad en el Baix Llobregat no es buena porque la Generalitat no invierte para dar servicio a una comarca que crece cada año", aseguró Morlanes. La vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos del Baix Llobregat, Pura Velarde, dijo que además falta coordinación de los equipos médicos y un plan de desarrollo de la reforma sanitaria.

Manolo S. Urbano

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