Una norma bajo sospecha

El intento del consejero de Universidades e Investigación, Andreu Más-Colell, de eliminar la discriminación del castellano en los enunciados de las pruebas de acceso a la universidad (PAAU) topó con la oposición frontal de dos de los rectores de universidades catalanas, el de la Rovira i Virgili (URV), Lluís Arola, y el de la Autónoma de Barcelona (UAB), Carles Solà, presentes en la reunión de la junta del Consejo Interuniversitario de Cataluña, que tuvo lugar el pasado viernes. Tras los incidentes que han derivado en el proceso judicial contra el rector de la URV, la Generalitat encargó...

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El intento del consejero de Universidades e Investigación, Andreu Más-Colell, de eliminar la discriminación del castellano en los enunciados de las pruebas de acceso a la universidad (PAAU) topó con la oposición frontal de dos de los rectores de universidades catalanas, el de la Rovira i Virgili (URV), Lluís Arola, y el de la Autónoma de Barcelona (UAB), Carles Solà, presentes en la reunión de la junta del Consejo Interuniversitario de Cataluña, que tuvo lugar el pasado viernes. Tras los incidentes que han derivado en el proceso judicial contra el rector de la URV, la Generalitat encargó un informe a sus servicios jurídicos sobre las implicaciones de tipo legal que pudieran derivarse de la norma que actualmente se aplica, consistente en obligar al alumno que desea tener los enunciados de los exámenes en castellano a, prácticamente, tener que demostrar que no entiende el catalán.El resultado del informe, según fuentes académicas, apunta a la fragilidad legal de esta normativa y advierte ante la posibilidad de que grupos como Convivencia Cívica Catalana (CCC), vinculado al eurodiputado del PP Aleix Vidal-Quadras -que ha impugnado el reglamento de usos lingüísticos de la URV y que asesora a la profesora que se ha querellado contra el rector Arola-, tendrían posibilidades reales de plantear graves problemas judiciales a la Administración catalana.

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Un portavoz del Departamento que encabeza Mas-Colell admitió ayer que la propuesta del consejero fue retirada "ante la falta de acuerdo" de los rectores. Sin embargo, algunos estimaban que el cambio de la normativa acabaría prosperando. Todavía el pasado lunes, el rector de la UAB, Carles Solà, intentaba evitarlo enviando una carta a los demás rectores en la que explicaba su oposición a permitir el reparto de cuestionarios en castellano al tiempo que intentaba organizar, para aquella misma noche, una cena de homenaje al rector Arola, presto a afrontar su particular vía crucis judicial. La cena no llegó a realizarse.

Fue el martes, tras la publicación por este diario de la noticia de que la Generalitat iba a modificar la normativa lingüística de las PAAU, cuando el consejero Mas-Colell, desde Lleida, negó rotundamente que se hubiera planteado cambiar la reglamentación. La secretaria de Consejo Interuniversitario, Marisa Florensa, anunció que los formularios para los profesores que vigilarán las PAAU a partir del próximo 13 de junio ya habían sido repartidos y se rigen por idénticos criterios que los que han propiciado el conflicto de la URV. Florensa, sin embargo, aseguró que no se repetirá la situación de los últimos años, "cuando faltaron exámenes en castellano por falta de previsión". "Se harán más copias, como el año pasado", aseguró. El tema, sin embargo, no parece zanjado. La mayoría de los rectores se encontraba ayer en Granada, donde hoy se reúne el Consejo de Universidades, precisamente para pronunciarse sobre los cambios en las pruebas de selectividad. El próximo lunes tendrá lugar el pleno del Consejo Interuniversitario, precisamente en la URV, en Tarragona.

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