La amenaza de una administración anglo-irlandesa del Ulster

Los unionistas partidarios de aceptar el próximo sábado la última oferta del IRA para volver al Gobierno con el Sinn Fein han puesto nombre a la amenaza que se cierne sobre el Ulster si fracasa el acuerdo de paz: una administración conjunta de la provincia por parte de Dublín y Londres. En ella, alertó ayer sir Reg Empey, una de las figuras más respetadas del Partido Unionista del Ulster (UUP), los unionistas "no fijarán la agenda".Los dos bandos del UUP han emprendido una agresiva campaña por lograr la victoria el próximo sábado, después del aplazamiento del Consejo unionista previsto inicial...

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Los unionistas partidarios de aceptar el próximo sábado la última oferta del IRA para volver al Gobierno con el Sinn Fein han puesto nombre a la amenaza que se cierne sobre el Ulster si fracasa el acuerdo de paz: una administración conjunta de la provincia por parte de Dublín y Londres. En ella, alertó ayer sir Reg Empey, una de las figuras más respetadas del Partido Unionista del Ulster (UUP), los unionistas "no fijarán la agenda".Los dos bandos del UUP han emprendido una agresiva campaña por lograr la victoria el próximo sábado, después del aplazamiento del Consejo unionista previsto inicialmente para ayer. Mientras Ian Paisley, el ayatolá del unionismo y líder del Partido Democrático del Ulster (DUP), reforzaba a los duros del UUP llamando a David Trimble "jefe de ventas del IRA", los partidarios de éste intentaban recuperar las posiciones perdidas en los últimos días a favor de los partidarios del no. Lo que está en cuestión el sábado es la vuelta al Ejecutivo compartido con el Sinn Fein (entre otros partidos) y la aceptación de la oferta del IRA de inutilizar sus armas de forma completa y verificable. En suma, la continuación del acuerdo de paz.

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Si no triunfa el sí, la alternativa será esa administración conjunta del Ulster por parte de Londres y Dublín, dijo sir Empey. Los dos Gobiernos firmaron en 1995 un documento público en Belfast que fijaba el futuro de Irlanda del Norte. El documento prevé la creación de un miniejecutivo con poderes sobre el norte y el sur de la isla para avanzar hacia la unificación. Una perspectiva nada alentadora para los unionistas, que no quieren saber nada de la República de Irlanda que tienen al sur.

Trimble sólo cuenta con un tercio de de los 860 delegados que el sábado acudirán al Consejo, ante un tercio partidario del no y otro tercio de indecisos, según las últimas estimaciones. Sin embargo, el 72% del electorado unionista, según una encuesta de la Universidad de Queen's divulgada ayer, quiere el regreso al Ejecutivo. Por otra parte, la calma volvió ayer a Belfast después de que los artificieros del Ejército hicieran una explosión controlada de un coche rojo robado por un supuesto terrorista disidente del IRA.

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