El Gobierno defiende su actuación

El Gobierno vasco defiende que es innecesario que la instalación que guarda el lindane en el aeropuerto de Sondika tenga la declaración de impacto ambiental. "Para nosotros no requiere de la declaración", señaló ayer la viceconsejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga.Larrañaga explicó que la evaluación de impacto va vinculada a una licencia de actividad, que en este caso eran las obras de ampliación del aeropuerto, que tampoco tienen la declaración de impacto ambiental, por lo que existe otra investigación en curso por parte de la Comisión Europea. "Si el proyecto-madre no lo lleva, el hijo,...

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El Gobierno vasco defiende que es innecesario que la instalación que guarda el lindane en el aeropuerto de Sondika tenga la declaración de impacto ambiental. "Para nosotros no requiere de la declaración", señaló ayer la viceconsejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga.Larrañaga explicó que la evaluación de impacto va vinculada a una licencia de actividad, que en este caso eran las obras de ampliación del aeropuerto, que tampoco tienen la declaración de impacto ambiental, por lo que existe otra investigación en curso por parte de la Comisión Europea. "Si el proyecto-madre no lo lleva, el hijo, que es la celda, tampoco". Por ello, justificó que una instalación de las mismas características como la de Barakaldo sí cuente con el pertinente informe de impacto.

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La viceconsejera aseguró que el material existente en el depósito son "tierras contaminadas con residuos peligrosos, como se puede ver en la página web que tiene disponible Ihobe". En cualquier caso, reiteró que la instalación del aeropuerto "tiene todas las medidas correctoras incluidas en una declaración de impacto ambiental".

Sobre la referencia a un posible accidente que afectase a la celda, un portavoz de Ihobe se remitió al informe elaborado por la Universidad del País Vasco, y que fue presentado en el Parlamento el pasado año, "que demuestra que no existen gases letales" en casos de incendio por la propia configuración de la celda. En virtud de esta estructura, para que el calor llegase hasta el material confinado se necesitaría un incendio que durase 493 días.

"Las normas de emergencia del aeropuerto indican que no pueden transcurrir más de tres minutos desde un suceso hasta la intervención", señaló el portavoz de la sociedad ambiental dependiente del Gobierno vasco.

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