Fernando Savater dedica su galardón al mejor artículo a las casi 900 víctimas de ETA

Al columnista José Luis López de Lacalle, la última víctima de la organización terrorista ETA, dedicó anoche su galardón el filósofo vasco Fernando Savater, quien ni siquiera pudo terminar de explicar que fueron amigos "desde siempre", interrumpido por la ovación del público que abarrotaba el salón donde se celebraba el acto.Savater amplió a continuación su dedicatoria a "tantas víctimas, casi 900, que no han tenido manifestaciones u otro tipo de eco en la sociedad como el asesinato de José Luis y de otros más próximos", por lo que se han convertido en "mártires del olvido".

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Al columnista José Luis López de Lacalle, la última víctima de la organización terrorista ETA, dedicó anoche su galardón el filósofo vasco Fernando Savater, quien ni siquiera pudo terminar de explicar que fueron amigos "desde siempre", interrumpido por la ovación del público que abarrotaba el salón donde se celebraba el acto.Savater amplió a continuación su dedicatoria a "tantas víctimas, casi 900, que no han tenido manifestaciones u otro tipo de eco en la sociedad como el asesinato de José Luis y de otros más próximos", por lo que se han convertido en "mártires del olvido".

El filósofo, de 53 años, recordó también una frase de Valle-Inclán que, subrayó, viene a decir que "hay cierto orgullo en ser un mártir devorado por los leones, pero no cuando se es devorado por los burros".

Sobre su premio, Savater comentó ya después del acto oficial que la satisfacción que le aporta es la de que es un premio otorgado por periodistas. "Te lo da la gente que puede entender de verdad lo que estás haciendo", manifestó.

Tras él, el periodista Ernesto Ekaizer, de 51 años, explicó durante el acto que la cobertura del caso Pinochet, que en su caso le ha valido el Premio Ortega y Gasset, "confirma, al menos, una gran cosa: quien piensa que el presente es lo único que está presente, no conoce nada de la época en que vive".

Recordó también que desde que el diario EL PAÍS salió a la calle, dos años y medio después del golpe militar del general Augusto Pinochet, siempre se ha concedido "un espacio significativo a sus devastadoras consecuencias humanas". Dijo además que la cobertura del caso Pinochet "ha recreado las historias y las realidades que este diario, sencillamente por no existir en septiembre de 1973, estuvo imposibilitado de cubrir en el momento mismo los acontecimientos". Del "campo minado" en el que se convirtió esta cobertura, añadió, el periódico salió "informativamente ileso".

Al periodista británico John Carlin, de 43 años, que lleva dos años instalado en España, el Premio Ortega y Gasset le ha resultado "un exceso de cortesía" de un país que le ha acogido "fantásticamente bien". Tras recoger el galardón, Carlin explicó que, desde que se instaló en España, ha tenido un "objetivo estratégico personal": permanecer en este país el resto de su vida. Por eso, espera de este premio que ayude a consolidar su estancia en España.

El fotógrafo gallego Xulio Villarino, de 31 años, agradeció su galardón al Grupo PRISA, así como el apoyo que le proporcionó el diario La Voz de Galicia, donde trabaja, para desarrollar su labor. Y lo dedicó "a los compañeros que trabajan de forma comprometida, en ocasiones muy difícil, para llevar adelante su trabajo".

Para recoger el premio especial que el jurado ha otorgado en esta decimoséptima edición a la revista colombiana Cambio acudió a la ceremonia el director de la publicación, Mauricio Vargas, quien trajo el agradecimiento del equipo de la revista y del presidente de su consejo editorial, el escritor y periodista Gabriel García Márquez. Este premio, afirmó, "supone la renovación de un compromiso con el proceso de paz en Colombia".

Un compromiso, añadió Vargas, que el equipo que forma su revista ha entendido que debe ser "como periodistas, como analistas, como colombianos, y sobre todo como demócratas".

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