Restaurante Cubita Kaia A toda máquina
En menos de dos años desde su inauguración, el joven chef Álvaro Martínez (hijo de José Luis, el patrono del tradicional Cubita situado en el cercano molino de Aixerrota) ha llevado a este restaurante de elegante estilo marinero a la notabilidad. Y no parece que quede ahí la cosa. Su progresión, que hasta ahora ha sido vertiginosa, no tiene techo por ahora. Nos encontramos ante un triunfador tanto por conocimientos culinarios bien asimilados en sus periodos de formación entre los grandes (Arzak, Zuberoa, Martín Berasategui) como por sus dotes innatas: refinamiento, sensibilidad, espíritu de tr...
En menos de dos años desde su inauguración, el joven chef Álvaro Martínez (hijo de José Luis, el patrono del tradicional Cubita situado en el cercano molino de Aixerrota) ha llevado a este restaurante de elegante estilo marinero a la notabilidad. Y no parece que quede ahí la cosa. Su progresión, que hasta ahora ha sido vertiginosa, no tiene techo por ahora. Nos encontramos ante un triunfador tanto por conocimientos culinarios bien asimilados en sus periodos de formación entre los grandes (Arzak, Zuberoa, Martín Berasategui) como por sus dotes innatas: refinamiento, sensibilidad, espíritu de trabajo, perfeccionismo, sana ambición, sincera humildad y algo tan importante como el ojo clínico para un médico; es decir, el don del punto..La relación de sus platos de gran nivel, de su corta pero atinada carta, es muy relevante. Si es destacable la aterciopelada Crema templada de patata y bacon con bogavante, ajos tiernos y pulpo, se puede calificar de apoteósica su sopa de almendras y coliflor en la que descansan, bien almejas al natural en estos momentos o, en época invernal, ostras, arropadas en todo caso por un inolvidable puré de tupinambo (un tubérculo extraño y poderoso) y un embriagador aceite de tartufo (trufa blanca). Espectacular asimismo el huevo escalfado con emulsión de patatas con sabroso helado de bacon.
Entre los pescados, todos de un frescura exultante, un clásico resuelto con mano maestra, lomos de bacalao al pil pil, y, por otro lado un atrevido lenguado con alcachofas salteadas con jugo de remolacha (¡qué colorido!) y brotes de soja. El apartado cárnico es menos brillante, pero en todo caso notable. A destacar el lomo de cordero -sensacional su punto rosado- y escoltado por mollejas glaseadas a la naranja y una sutil crema de ajo.
Postres muy modernos y con cierta complejidad, como la sopa de pera con helado de canela y cardamomo, y un refrescante granizado de vino tinto, o, mejor aún, la mousse de leche quemada con toffée de plátano y gelatina de Amaretto. Servicio elegante, impecable a cargo de la joven compañera del chef, Izaskun Goya, un dechado de simpatía. Bodega interesante, comprensiva de vinos de múltiples denominaciones. Precio equilibrados. Atentos a su evolución.
Datos prácticos:
Muelle de Arriluze 10-11 (Puerto deportivo). Getxo (Vizcaya). Teléfono: 94 460 01 03. Tarjetas: Sí. Precio medio: 8.000 pesetas. Puntuación: 7/10. Cierra: Domingo noche y lunes, y del 5 al 19 junio. Aparcamiento: en el puerto deportivo.