La Universidad Politécnica de Cataluña exporta sus planes de estudio a un centro venezolano

La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha empezado a exportar sus planes de estudios. La Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, en Venezuela, pondrá en marcha los estudios de Ingeniería Superior de Telecomunicaciones con el modelo y el asesoramiento de la Escuela Superior de Ingeniería de Telecomunicaciones de la UPC, que, además, reconocerá como propio el título que otorgue la universidad venezolana.Esta universidad, regentada por los jesuitas, fue fundada en 1953 y es uno de los centros de mayor prestigio del país. La forman cuatro facultades: Ciencias Económicas y Sociales, Hu...

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La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha empezado a exportar sus planes de estudios. La Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, en Venezuela, pondrá en marcha los estudios de Ingeniería Superior de Telecomunicaciones con el modelo y el asesoramiento de la Escuela Superior de Ingeniería de Telecomunicaciones de la UPC, que, además, reconocerá como propio el título que otorgue la universidad venezolana.Esta universidad, regentada por los jesuitas, fue fundada en 1953 y es uno de los centros de mayor prestigio del país. La forman cuatro facultades: Ciencias Económicas y Sociales, Humanidades y Educación, Derecho e Ingeniería. En esta última, que cuenta con 144 profesores, se imparte Ingeniería Civil, Industrial e Informática. Los futuros estudios de Telecomunicaciones conformarán una carrera de cinco años y las clases comenzarán el próximo mes de septiembre, cuando un centenar de alumnos inicien el primer curso. La Católica de Caracas considera que, una vez establecidos los cinco años, acogerá a unos 450 estudiantes, contando que cada promoción se licenciarán unos 90 telecos.

La originalidad de este proyecto estriba en que no se trata del habitual proceso de asesoramiento entre universidades para poner en marcha una titulación, sino de una transposición completa del programa lectivo, aunque adaptado a la realidad latinoamericana.

La Politécnica se ha involucrado, de tal manera, a fondo en la creación de los estudios superiores de telecomunicaciones de la universidad venezolana, y la respuesta de sus colegas venezolanos ha sido de tal modo positiva, que la UPC no sólo les concede su vitola de calidad, sino que se atreve a reconocer el título y permitir al centro de Venezuela el uso de su logotipo. Esto último tiene especial importancia dada la proliferación en Venezuela de las llamadas "universidades de garaje", que otorgan títulos vacíos de contenido.

La historia de esta aventura académica tiene una serie de elementos definitorios de los caminos por los que discurre la enseñanza de cierto tipo de tecnologías estratégicas en los países en vías de desarrollo, como es el caso de las comunicaciones. Las razones que llevaron a los responsables del centro venezolano a escoger el modelo docente de la Escuela Superior de Ingeniería de Telecomunicaciones son varias, además del prestigio de los telecos de la UPC y de la siempre presente casualidad.

Los profesores de la universidad catalana que han participado en el proceso resaltan que, aunque no de forma explícita, detectaron que sus interlocutores venezolanos querían impedir que su país volviera a caer en la misma trampa a la que sucumbió con la industria del petróleo, cuyos profesionales surgieron del modelo del gran hermano norteamericano, lo que supuso, en determinado momento, dejar todo el know how en manos de las empresas extranjeras.

En Venezuela tan sólo existe una rama de estudios sobre electrónica aplicables a las telecomunicaciones, que está directamente ligada al estamento militar. Para paliar este déficit, hasta ahora, algunas universidades proponían a las empresas el reciclaje de sus ingenieros informáticos o electrónicos, pero los expertos coinciden en que es muy difícil "cambiar el chip" a quien no se ha iniciado en el campo de las telecomunicaciones.

Los primeros contactos entre las dos universidades se produjeron hace dos años, es decir, antes de la polémica refundación bolivariana del Estado venezolano a cargo del coronel Hugo Chávez, actual presidente del país. La nueva escuela tiene el apoyo de las mayores compañías venezolanas del sector de la comunicación: CANTV, Telcel y Digitel Venezuela.

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