EL HONOR DE LA MARQUESA

María Dolores Ram de Viu y Ran de Viu, marquesa de Tosos, ha fracasado en su pretensión de que todas las botellas del vino registrado con la marca Marqués de Tosos fueran retiradas del mercado. Alegaba que la utilización de esa marca vinícola atentaba nada menos que contra su honor, intimidad personal y familiar y propia imagen, por lo que pedía una indemnización. La Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo, que preside el magistrado Ignacio Sierra, ha desestimado la demanda, en atención a que el nombre del vino fue registrado en 1983, diez años antes de que Ram de Viu rehabilitara un tít...

María Dolores Ram de Viu y Ran de Viu, marquesa de Tosos, ha fracasado en su pretensión de que todas las botellas del vino registrado con la marca Marqués de Tosos fueran retiradas del mercado. Alegaba que la utilización de esa marca vinícola atentaba nada menos que contra su honor, intimidad personal y familiar y propia imagen, por lo que pedía una indemnización. La Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo, que preside el magistrado Ignacio Sierra, ha desestimado la demanda, en atención a que el nombre del vino fue registrado en 1983, diez años antes de que Ram de Viu rehabilitara un título que había permanecido vacante desde 1925, año en que falleció su último poseedor legal. Aunque la demandante aseguró ser "la reencarnación" de su antepasado, la sentencia recuerda que actuó "en su propio nombre y derecho", pero aprovecha el alegato para reprochar a la marquesa que, si se consideraba la reencarnación del primer marqués de Tosos, "la buena fe, su propia nobleza, si se quiere, la obligaba a oponerse a la concesión del registro de la marca, en lugar de esperar 10 años para promover el proceso contra la cooperativa". El Supremo aprecia que, en cambio, la cooperativa actuó con buena fe y "nunca tuvo el propósito de aprovecharse para fines comerciales ni publicitarios del nombre ni del título nobiliario de persona determinada alguna".- ,