Cartas al director

El mío

Día 31 de enero de 2000. En la página 5 de la sección dedicada a Madrid en EL PAÍS aparece a toda página un anuncio del Ayuntamiento de Madrid, Área de Medio Ambiente, Concejalía de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental. En el anuncio pueden verse 11 contenedores amarillos (sólo envases), uno por cada barrio en los que se supone que se está llevando a cabo una necesaria labor de reciclaje. El lema triunfal que lo acompaña es: "Ya somos 1.407.000 vecinos los que podemos hacer más por Madrid". El primero de los barrios que se nombra es Fuencarral. ¡Qué suerte! ¡El mío!Efectiva...

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Día 31 de enero de 2000. En la página 5 de la sección dedicada a Madrid en EL PAÍS aparece a toda página un anuncio del Ayuntamiento de Madrid, Área de Medio Ambiente, Concejalía de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental. En el anuncio pueden verse 11 contenedores amarillos (sólo envases), uno por cada barrio en los que se supone que se está llevando a cabo una necesaria labor de reciclaje. El lema triunfal que lo acompaña es: "Ya somos 1.407.000 vecinos los que podemos hacer más por Madrid". El primero de los barrios que se nombra es Fuencarral. ¡Qué suerte! ¡El mío!Efectivamente, hace ya un par de semanas que he visto aparecer algún que otro contenedor amarillo por la calle (no los grandes que aparecen en el anuncio, pero amarillos al fin y al cabo).

Me alegro; llevo unos años separando y acumulando distintos tipos de basuras para llevarlos de tanto en tanto a un remoto lugar de El Plantío (Majadahonda) que se llama Punto Limpio. Ahora podré ahorrarme las excursiones.

Ese mismo día, por la mañana, salgo a hacer algo de compra y a la vuelta observo cómo un enorme camión blanco del Servicio Municipal de Recogida de Basuras ("Por un Madrid más limpio") se echa al coleto dos cubos grises con tapa naranja repletos de basura convencional (¿orgánica?). Inmediatamente, dos eficaces operarios colocan en su lugar un cubo amarillo (sólo envases) y se lo hacen ingerir al camión junto a todo lo demás.

Ya casi ni me indigno. Es como si nos dijeran a la cara: "Si se han estado empeñando en separar las basuras para cumplir diligentemente con su esforzada conciencia cívica y ciudadana es que son ustedes más tontos que Abundio".

Es muy probable que tengan razón. En las elecciones de marzo será un buen momento para ver si somos o no tan tontos como ellos piensan.- . Madrid.

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