Melon Diesel saca del gueto de Gibraltar su rock en inglés y español

El grupo entra en las listas con 40.000 discos vendidos, tras ser teloneros de REM

Son cinco, hablan y cantan en español y en inglés, dicen no sentirse españoles ni ingleses y se llaman Melon Diesel por un chupito que tomaban en el pub del peñón donde tocaron dos años seguidos. El bebercio era una mezcla de licor de melón, vodka, malibú y coco rallado en el vaso. Según cuenta la banda, era el "sexto miembro del grupo". Eso fue antes de dar el salto desde el gueto musical de Gibraltar ("un lugar donde nadie arriesga") hasta los estudios de gabación londinenses y las listas de ventas de la Península. Por un 007 que se rodó allí, el disco se llama La cuesta de míster Bond.
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Son cinco, hablan y cantan en español y en inglés, dicen no sentirse españoles ni ingleses y se llaman Melon Diesel por un chupito que tomaban en el pub del peñón donde tocaron dos años seguidos. El bebercio era una mezcla de licor de melón, vodka, malibú y coco rallado en el vaso. Según cuenta la banda, era el "sexto miembro del grupo". Eso fue antes de dar el salto desde el gueto musical de Gibraltar ("un lugar donde nadie arriesga") hasta los estudios de gabación londinenses y las listas de ventas de la Península. Por un 007 que se rodó allí, el disco se llama La cuesta de míster Bond.

Jóvenes, simpáticos y sin darse aires,los Melon Diesel llevaban 10 años tocando para sus amiguetes en pequeños garitos del Peñón. "En Gibraltar no hay circuito", explican. "Es un sitio muy tranquilo, no hay paro, y la gente tiene tres televisores y dos coches. Así que cuando nuestros padres vieron que iba en serio, que nos íbamos a dedicar a la farándula, nos tomaron por locos".Pero era verdad. Tocaban un rock potente (mucho más en directo que en disco), mezclado con baladas y estribillos pegadizos. Partiendo de cero, componiendo música y letras trasnacionales sin ninguna prisa, como una cooperativa sin líder, el quinteto de amigos de la infancia (Dylan Ferro, Danny Fa, Danny Bugeja, Guy Palmer y Adrián Pozo) fue aprendiendo a tocar y a cantar ("al principio no teníamos idea"), y a cribar sus variadas influencias: "Allí se oye de todo, flamenco y música de Malí, Los Chichos y reggae, Sepultura y Frank Sinatra. Nos quedamos con lo que sentimos de verdad".

Lo que vivieron más a fondo fue la explosión del grunge, pero su música trae ecos de Secretos, de Pearl Jam, quizá de Oasis, o de Nacha Pop... "Nos interesa la música buena, no el ruido", zanjan ellos.

Quizá sea una consecuencia de que Melon Diesel han hecho de la calma, la sensatez y cierto escepticismo su marca de fábrica. "Diez años con las cosas viniendo mal dadas te enseñan mucho. Sabemos que hay que ir despacio, pasito a pasito, sin creerse que por siete meses de éxito seamos los mejores del mundo. En Gibraltar nos acaban de nombrar los terceros más famosos del mileno, detrás de un político y de Albert Hammond. Y ganarte 1.000 años con siete meses es mucho, demasiado".

Claro que la historia es para no creérsela. "Después de estar dos años fijos tocando los fines de semana en dos pubs, nos vinimos a Madrid. Hicimos cuatro bolos en cinco meses, movimos las maquetas, no pasó nada, se nos acabó el dinero y nos volvimos. Cuando creíamos que ya no había nada que hacer, una jefa de Epic oyó la cinta en un restaurante de Madrid, nos llamó y nos contrató".

El resto se entiende un poco mejor: un productor inglés les lleva a Londres, el disco sale sin apenas promoción, los conciertos empiezan a pegar, tocan en el Gutiérrez con los REM, en La Malagueta ante 7.000 personas, los discos se venden con más fuerza, llegan la radio y las entrevistas...".

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