PP y PSE invitan a todos los partidos a supervisar las elecciones de la Caja Vital

El Partido Popular y los socialistas trataron de rebajar ayer la tensión originada con el sorprendente cambio de los 22 consejeros que le corresponden al Ayuntamiento de Vitoria y a las Juntas Generales de Álava en la Caja Vital. Los dos partidos, que dicen haber realizado la operación para controlar el desarrollo de las elecciones internas en la entidad, quieren que las demás fuerzas participen como observadoras en la supervisión del proceso. Sin embargo, no aseguran que tras los comicios se recupere la representación proporcional.

"Haremos como en todas las elecciones, en que cada par...

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El Partido Popular y los socialistas trataron de rebajar ayer la tensión originada con el sorprendente cambio de los 22 consejeros que le corresponden al Ayuntamiento de Vitoria y a las Juntas Generales de Álava en la Caja Vital. Los dos partidos, que dicen haber realizado la operación para controlar el desarrollo de las elecciones internas en la entidad, quieren que las demás fuerzas participen como observadoras en la supervisión del proceso. Sin embargo, no aseguran que tras los comicios se recupere la representación proporcional.

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"Haremos como en todas las elecciones, en que cada partido tiene sus interventores. No es que acusemos a nadie de que los anteriores procesos no hayan sido limpios. Pero nadie puede tener el monopolio de la limpieza", señaló ayer el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, para explicar su propuesta. El pleno municipal refrendó el cambio de representantes, aunque el paso no será firme hasta una próxima asamblea extraordinaria de la Caja Vital.Toda la batalla política desatada esta semana en Álava tenía como objetivo hacerse un hueco en la comisión de control, órgano de siete miembros que ahora que se acercan los comisión internos de la Caja Vital se convierte en mesa electoral. Hasta ahora el único partido con presencia en ese comité era el PNV. El PP y los socialistas trataron de que los nacionalistas les cedieran alguno de sus cuatro representantes (los otros tres son un empleado y dos impositores independientes), pero al negarse éstos las dos fuerzas se aliaron para asegurarse dos puestos.

Lo han logrado rompiendo una tradición: que tanto el Ayuntamiento como las Juntas Generales designaban sus consejeros en la Caja Vital según un criterio de proporcionalidad. El PP y el PSE, en cambio, se han repartido los 22 puestos en la asamblea, además de uno para UA, socio de gobierno del PP. Los demás partidos (PNV-EA, EH e IU) han quedado excluidos.

Según han defendido los partidos que han dirigido la operación, se trataba de una medida excepcional, limitada a las elecciones. Sin embargo, ni el diputado general, Ramón Rabanera, ni Alfonso Alonso pudieron garantizar que al terminar el proceso eñectoral, el próximo 30 de marzo, se recupere la situación anterior y los demás partidos queden representados también en la asamblea de la Caja Vital. "Espero que de aquí a marzo impere la sensatez", respondió Alonso, quien añadió: "El PNV tendrá que hablar con nosotros y ver cuál es la mejor representación. Ha habido maniobras políticas para dominar la entidad, y todo eso tiene un límite".

El alcalde pidió que la correlación de fuerzas políticas tras las elecciones de la Caja Vital "responda a la realidad". "No me preocupa tanto que el presidente sea nacionalista o no como que la entidad se utilice políticamente". La fuerza de los impositores, que representan 41 miembros en una asamblea formada por 100 personas, resultará fundamental en las elecciones.

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Rabanera también abrió la puerta, aunque vagamente, a una nueva variación en los consejeros: "Sí podrían cambiar después de las elecciones, o antes. No significa que esos once que hemos designado ahora puedan permanecer de manera continuada".

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