Los consumidores vinculan los cítricos con la salud pero rechazan la incomodidad a la hora de comerlos

Los consumidores adquieren naranjas motivados por su sabor, los beneficios para la salud y la constumbre, mientras que el olor, la dificultad de consumo y la escasez de tiempo frenan su consumo. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio de José Agustín Martínez sobre el comportamiento del consumidor de cítricos publicado por la Consejería de Agricultura. Este informe se ha obtenido a partir de entrevistas a grupos representativos de la sociedad, dividida en amantes de la diversión rápida, elitistas, no tradicionalistas, tradicionalistas y exploradores. El número de reuniones ascendió...

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Los consumidores adquieren naranjas motivados por su sabor, los beneficios para la salud y la constumbre, mientras que el olor, la dificultad de consumo y la escasez de tiempo frenan su consumo. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio de José Agustín Martínez sobre el comportamiento del consumidor de cítricos publicado por la Consejería de Agricultura. Este informe se ha obtenido a partir de entrevistas a grupos representativos de la sociedad, dividida en amantes de la diversión rápida, elitistas, no tradicionalistas, tradicionalistas y exploradores. El número de reuniones ascendió a 10 y se realizaron en Alicante, Barcelona, Madrid, Valencia y Valladolid entre los meses de noviembre de 1997 y enero de 1998.Este análisis revela que el principal motivo de consumo de las naranjas es por sus efectos beneficiosos para la salud por su aporte energético y de vitamina C, unido a su sabor "dulce y ácido". Los entrevistados también destacan sus consecuencias positivas para regular el tránsito instestinal por su contenido en fibra, con lo que se previene el cáncer de colón. Además de los factores en la salud, los condicionantes culturales también influyen. Así, la tendencia naturalista actual y el rechazo a lo artifical motiva a la ingesta de las naranjas por el mero hecho de ser un producto natural. Asimismo, argumentan la variedad en su preparación, en zumo, consumo directo o en recetas de cocina, como factor de compra.

Sin embargo, las razones alegadas también tienen su contrarréplica. Determinados consumidores esgrimen consecuencias negativas para la salud para no ingerir naranjas como las personas con trastornos digestivos. Además, los consumidores también destacan como negativo la "incertidumbre" de cuál será su sabor, al contrario que en los productos industriales. Asimismo, pese a la preferencia por lo natural, las semillas y el fuerte olor de los cítricos frenan el consumo por su incomodidad.

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