El Prado publica todo el proceso creativo de los "Caprichos" de Goya
Exposiciones de los dibujos y grabados en Madrid y Zaragoza
El segundo centenario de la publicación de los Caprichos de Goya, la única estampada y supervisada por el artista, se celebra con la publicación en un solo volumen de gran formato de todo el proceso creativo, con el catálogo de los dibujos, las pruebas de estado, las láminas de cobre y las estampas de la primera edición de 1799. Parte de estos originales se presentan en exposiciones en el Prado y en el palacio de Sástago, de Zaragoza.
Seis kilos pesa el volumen El libro de los Caprichos, de Francisco de Goya, que acaba de publicar el Museo del Prado, con la colaboración de la Real Acade...
El segundo centenario de la publicación de los Caprichos de Goya, la única estampada y supervisada por el artista, se celebra con la publicación en un solo volumen de gran formato de todo el proceso creativo, con el catálogo de los dibujos, las pruebas de estado, las láminas de cobre y las estampas de la primera edición de 1799. Parte de estos originales se presentan en exposiciones en el Prado y en el palacio de Sástago, de Zaragoza.
Seis kilos pesa el volumen El libro de los Caprichos, de Francisco de Goya, que acaba de publicar el Museo del Prado, con la colaboración de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando-Calcografía Nacional y el patrocinio de la FundaciónWinterthur. En este caso se han reunido el museo que tiene la mayor colección de obra goyesca, en pinturas y con unos 500 dibujos, la institución que conserva las planchas originales de los grabados y el patrocinador que ha acondicionado en el Prado la sala de dibujos y colabora por convenio en sus exposiciones.El Prado presenta hoy, y mañana se abre al público, la exposición Goya. El proceso creativo de los Caprichos, que forma parte del programa conmemorativo del bicentenario de la publicación de la serie. El montaje se presenta, como en la muestra anterior dedicada a los sueños, en la sala redonda de la tercera planta, en la zona dedicada a Goya, con la colocación de los dibujos preparatorios, los grabados y los comentarios en los mismos.
Javier Blas, del gabinete de estudios de la Calcografía Nacional; José Manuel Matilla, conservador de dibujos y estampas del Museo del Prado, y José Miguel Medrano, conservador del gabinete de estudios de la Calcografía Nacional, son los autores del volumen El libro de los Caprichos, que en 416 páginas de gran formato incluye 325 ilustraciones. Se ha realizado una tirada de 2.000 ejemplares, la mitad destinada a la distribución interna de la Fundación Winterthur.
Sátira de lo absurdo
El ejemplar recoge la fortuna crítica de los Caprichos con las distintas interpretaciones a lo largo de estos dos siglos. En el estudio aparecen las opiniones de especialistas como Sánchez Cantón, López Rey, Harris, Gassier, Sayre, Lafuente Ferrari, Glendinning, Andioc, Bozal, Wilson-Bareau, Vega y Tomlinson.
En el libro se presenta por primera vez todo el proceso de la creación "capricho a capricho" hasta completar los 80 de la serie que fue la única estampada por Goya y que puso a la venta, sin demasiado éxito por las connotaciones críticas a la realidad de ese momento, durante dos meses. "Como menciona el anuncio de venta, los Caprichos son ante todo una sátira concebida como medio para combatir los vicios de los hombres y los absurdos de la conducta humana".
El palacio de Sástago, de Zaragoza, presenta hasta el 6 de febrero la exposición Mirar y leer los Caprichos de Goya, cuya apertura ha coincidido con la muestra del VII Premio Nacional de Grabado, que empieza en Zaragoza su itinerancia. El montaje de los Caprichos ha sido organizado por la Diputación Provincial de Zaragoza, la Calcografía Nacional y el Museo de Pontevedra -donde se exhibirá a partir del 18 de febrero-, con el patrocinio de Philip Morris.
El certamen que convoca la Calcografía Nacional fue ganado por Blanca Muñoz, cuya obra se expone en el palacio de Sástago, junto a otras 44 seleccionadas entre las 205 presentadas a esta convocatoria. El jurado premió también a José Manuel Ballester por su actividad como grabador, al Museo Internacional de Electrografía de Cuenca por las innovaciones aportadas, y a Arteleku, de San Sebastián, por su labor en el arte gráfico.