Educación propone una 'reválida' en la ESO

Sindicatos y padres critican el debate de la secundaria organizado por el Gobierno

El Gobierno pretende reformar la enseñanza secundaria obligatoria (ESO) para crear una reválida al final de la etapa, reducirla a tres años y aumentar así uno el bachillerato y diversificarla para atender a las diferencias de rendimiento de los alumnos. Educación ha anunciado esta reforma tras organizar la semana pasada unas jornadas sobre la ESO, en las que participaron 500 profesores. El portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó ayer su oposición a estas medidas, y sindicatos y padres acusaron al ministerio de programar el encuentro "para justificar sus pl...

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El Gobierno pretende reformar la enseñanza secundaria obligatoria (ESO) para crear una reválida al final de la etapa, reducirla a tres años y aumentar así uno el bachillerato y diversificarla para atender a las diferencias de rendimiento de los alumnos. Educación ha anunciado esta reforma tras organizar la semana pasada unas jornadas sobre la ESO, en las que participaron 500 profesores. El portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó ayer su oposición a estas medidas, y sindicatos y padres acusaron al ministerio de programar el encuentro "para justificar sus planes de refoma de la ESO".

En las conclusiones de las jornadas aparece una recopilación de las propuestas ya anunciadas en diferentes ocasiones por Educación, como potenciar las humanidades o diversificar al alumnado según su rendimiento. El Gobierno realizará estos cambios "en la próxima legislatura", según dijo el secretario de Estado de Educación, Jorge Fernández, sin modificar la Ley Orgánica de Ordenación General de la Educación (LOGSE), y pretende que se empiecen a aplicar algunos cambios el próximo curso. Sin embargo, Jorge Fernández, matizó que el debate sobre la secundaria acaba de empezar y que Educación esperará a tener los resultados del informe sobre la ESO, encargado al Instituto Nacional de Calidad y Evaluación, antes de iniciar la reforma.Las principales propuestas del Gobierno son:

-Introducir una reválida al final de la ESO "que permita asegurar la consecución de los objetivos mínimos".

- Igualar a tres años la duración de la ESO y el bachillerato.

-Introducir una diversificación en el segundo ciclo de la ESO, sobre todo en el 4º curso.

En relación con esta propuesta, el texto matiza que "en ciertos supuestos, la organización de grupos homogéneos, con criterios amplios, no se debe entender como discriminación sino como una mejor atención a la diversidad".

-Potenciar las humanidades y las matemáticas cambiando la organización horaria e incrementando la carga lectiva semanal.

-Reducir las materias optativas en función de las instrumentales.

-Posibilitar la repetición del 1º de ESO para "subsanar las deficiencias en edades tempranas".

Educación también pretende poner en marcha otra medida que no aparece recogida en el texto y que anunció Jorge Fernández el sábado a El Periódico de Catalunya: aumentar en 20 días anuales el calendario escolar de los alumnos de secundaria, pasando de las 180 jornadas lectivas actuales a 200.

Según el Gobierno, la petición de "reforma urgente de la ESO" ha sido realizada por los 500 profesores reunidos en el encuentro, pero sindicatos y padres no lo ven de igual modo.

El secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Fernando Lezcano, opina que se ha organizado un "debate falso": "El ministerio sólo busca una puesta en escena para justificar su programa electoral. Lo viste de jornadas, pero las conclusiones están preestablecidas". CCOO considera que las jornadas pecaron de "improvisación" y "despilfarro".

Separar a buenos y malos

Lezcano cree que la intención de Educación es reformar la secundaria a través de los "itinerarios formativos" diseñados por el equipo de la anterior responsable de Educación, Esperanza Aguirre. Una política que el representante sindical consideró "involucionista y retrógrada", al entender que contraviene el espíritu de la reforma educativa e intenta recuperar la separación entre "estudiantes buenos, malos y regulares".

El secretario de política educativa de FETE-UGT, Jesús Ramón Copa, opinó que las jornadas pretendían "dar apariencia de debate a decisiones unilaterales de difícil marcha atrás". Según Copa, el encuentro fue "un escaparate para ocultar que no hacen nada", y alertó de los pasos dados para crear una "doble red de centros que derive a los estudiantes conflictivos hacia los públicos, creando guetos".

Otra queja unánime fue que los 400 profesores participantes en el debate "no representan a la comunidad educativa" y que "la selección de participantes se ha hecho de forma interesada", como señala CCOO. La confederación de sindicatos de trabajadores de la enseñanza STES atribuyó los fallos en la ESO que justificaban las jornadas a la escasez de medios destinados por la Administración.

El presidente de la confederación laica de asociaciones de padres CEAPA, Carlos Ladrón de Guevara, manifestó: "Habría que saber cómo se han elegido a los participantes y a quién representan, porque sus conclusiones dependerán de quiénes sean". Ladrón de Guevara teme que la intención del ministerio sea "separar a los alumnos según sus capacidades, cada vez a más temprana edad y sin tener en cuenta la desigualdad de oportunidades".

El presidente de la confederación de padres católica, CONCAPA, Agustín Dosil, ha valorado de forma positiva la propuesta de reformar de forma urgente la secundaria obligatoria.

Rubalcaba califica de "disparate" la propuesta

El portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que el Gobierno "lleva 4 años trabajando para que la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) fracase", ante el anuncio de reforma urgente de la ESO hecho por el secretario de Estado de Educación, Jorge Fernández. Pérez Rubalcaba señaló que lo que tiene que hacer el Gobierno es poner los medios económicos y humanos que no ha puesto en los últimos cuatro años para que el sistema funcione correctamente.El ex ministro de Educación calificó de "disparate atroz" la propuesta de realizar una prueba al final de la ESO o reválida para fijar unos objetivos mínimos. "Nos vamos a oponer con uñas y dientes a la resurrección de la reválida, porque no queremos retroceder hasta los años 60. Me opongo a la pretensión del PP de implantar una prueba al final de la ESO para que el que la apruebe pase al bachillerato y el que no a la FP", explicó. Asimismo, criticó que el Gobierno plantee una reforma de las humanidades y que al mismo tiempo quiera suprimir estas dos optativas.

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