Reportaje:

La casa de las muñecas

Al concluir la Guerra Civil española, el matrimonio formado por Jesús Juan Bernabeu y María Pérez Ribera decidieron poner su conocimiento sobre la elaboración de muñecas al servicio de los fabricantes de juguetes. Así, en 1946 fundaron en Biar (L"Alcoià) una empresa familiar que bautizaron con el nombre de Jesmar, adoptando las tres primeras letras de sus nombres de pila. "Iniciaron el negocio atendiendo los pedidos de los otros empresarios. Fabricaban piezas sueltas para muñecas, cabezas o brazos de cartón, que confeccionaban en su taller". Quien ahora explica esto es José Luis Juan Pérez, un...

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Al concluir la Guerra Civil española, el matrimonio formado por Jesús Juan Bernabeu y María Pérez Ribera decidieron poner su conocimiento sobre la elaboración de muñecas al servicio de los fabricantes de juguetes. Así, en 1946 fundaron en Biar (L"Alcoià) una empresa familiar que bautizaron con el nombre de Jesmar, adoptando las tres primeras letras de sus nombres de pila. "Iniciaron el negocio atendiendo los pedidos de los otros empresarios. Fabricaban piezas sueltas para muñecas, cabezas o brazos de cartón, que confeccionaban en su taller". Quien ahora explica esto es José Luis Juan Pérez, uno de los cinco hijos del matrimonio y actual consejero delegado de Jesmar, sociedad puntera en la fabricación de muñecas. En 1949, el matrimonio fundador del negocio disponía ya de su propia colección de muñecas como primer paso para la emancipación de la empresa. Así lo recuerda José Luis Juan Pérez que además presume de que fueran sus padres los pioneros en adaptar entre 1957 y 1958 el plástico soplado como materia prima para la elaboración de muñecas.

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Ya entrada la década de los Sesenta la innovación consistió en la elaboración de las primeras muñecas mecánicas. Los juguetes con los que se divertían las niñas de la época dejaron de ser estáticos y empezaron a adoptar posturas y funciones fisiológicas. De manera algo más rudimentaria que en la actualidad, las muñecas comenzaban a articular sus primeras palabras o a ejecutar sus primeros gestos. En la actualidad, el equipo técnico de la empresa juguetera de Biar ha hecho posible que gran parte de los casi dos millones y medio de muñecas que salen de la planta de fabricación de Jesmar se comporten como si tuvieran vida.

A la hora de destacar uno de los 200 modelos de muñecas que ofrecen los catálogos de Jesmar, José Luis Juan se queda con el muñeco Cocolín que a través de diferentes versiones puede realizar la mayor parte de las funciones físicas de un niño pequeño. Su éxito ha sido valorado por el jurado de los Aros de Oro que ha concedido la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) con una mención.

Con las muñecas de Jesmar juegan las niñas y niños de la practica totalidad de los países de la CEE que es donde centran el 50% de sus exportaciones. En los últimos 15 años se han agregado a la lista de importadores los países del Este y los árabes como Egipto, Turquía y Arabia Saudí.

La expansión es superior en el continente americano donde Jesmar tiene abiertas dos fabricas. La primera, que copa el 70% del mercado americano, es Jesmar Chile, inaugurada hace ya 20 años. La segunda, Jesmar Brasil, se puso en marcha hace tres años y ahora se encuentra en plena expansión.

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La internacionalización es a juicio del consejero delegado de Jesmar "la única forma de sobrevivir en el negocio". Explica que el mercado nacional "es pequeño" y que gracias a los mercados exteriores la empresa ha conseguido mantenerse ininterrumpidamente durante más de medio siglo. La firma cuida además bien su imagen en otros países y participa con sus productos a las ferias de Nuremberg, París, Londres, Nueva York, México, Valencia, Tokio y Hong Kong.

Jesmar se transformó en sociedad anónima en 1982 y en la actualidad los 138 millones del capital social está controlado por los cinco hijos del matrimonio fundador de la juguetera.

Las plantas de fabricación, que suman más de 40.000 metros cuadrados de superficie, recaudaron en 1997 cerca de 8.000 millones de pesetas en ventas. La previsión para el cierre de este año es alcanzar una facturación de 9.000 millones de pesetas.

El grueso de la plantilla se localiza en la planta de fabricación de Jesmar España, enclavada en Biar. En las épocas de mayor producción -de julio a diciembre-, las naves de la juguetera dan emplean hasta 350 personas, cifra que se reduce una vez concluida la campaña navideña. La fábrica cuenta con una superficie cercana a los 28.000 metros cuadrados. Se trata de la cuarta fábrica construida por la empresa y que se inauguró en 1974. En esa fecha re produjo además el relevo generacional en Jesmar a causa del fallecimiento del fundador.

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