Sanidad puntualiza que sólo se elegirá hospital público o privado concertado

La oposición considera que la propuesta rompe el sistema sanitario

El Ministerio de Sanidad y Consumo aseguró ayer que en modo alguno proyecta abrir al ciudadano la posibilidad de que pueda elegir entre un hospital público o uno privado. "En todo caso", puntualizaron ayer, "la idea es que la gente pueda elegir hospital y que en esa elección pueda optar por uno público o uno privado concertado". El ministro, José Manuel Romay Beccaría, no lo expresó así de claro la noche anterior tras su conferencia en el Club Siglo XXI. Sus declaraciones, recogidas por la agencia Efe, hablaban del fin del modelo sanitario diseñado por su departamento, en el que las fundacione...

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El Ministerio de Sanidad y Consumo aseguró ayer que en modo alguno proyecta abrir al ciudadano la posibilidad de que pueda elegir entre un hospital público o uno privado. "En todo caso", puntualizaron ayer, "la idea es que la gente pueda elegir hospital y que en esa elección pueda optar por uno público o uno privado concertado". El ministro, José Manuel Romay Beccaría, no lo expresó así de claro la noche anterior tras su conferencia en el Club Siglo XXI. Sus declaraciones, recogidas por la agencia Efe, hablaban del fin del modelo sanitario diseñado por su departamento, en el que las fundaciones públicas sanitarias son el eje, y dicho modelo persigue "que los ciudadanos puedan elegir el centro para ser atendidos, ya sea público o privado", aunque precisó que "el requisito que deberán reunir los centros privados es que necesitarán estar acreditados". El término "acreditados", que raramente se utiliza en el Sistema Nacional de Salud, significa, según puntualizaron ayer en Sanidad, "concertados".La sanidad pública española se asienta desde hace años en la red de hospitales públicos y hospitales privados concertados, una fórmula esta última ampliamente extendida en Cataluña. La promesa de que el ciudadano pueda elegir el hospital público que prefiera ya fue expresada por Romay al poco de tomar posesión de su cargo en mayo de 1996, si bien este proyecto está, como después ha admitido, muy verde por ser de muy difícil aplicación. La novedad respecto a este anuncio, hecho en el Club Siglo XXI, como aseguraron ayer en el ministerio, es, por tanto, ninguna. "Nunca se ha pensado en romper el aseguramiento único dando la opción de elegir un centro privado", remacharon ayer.

Romay insistió el lunes en que la elección de centro supondrá "beneficios para el paciente, un factor de dinamización y competencia y será un buen acicate para el sector público".

Modelos del PP

Este discurso irrita profundamente a la oposición por sus connotaciones mercantilistas. Ángeles Amador, la portavoz socialista de Sanidad en el Congreso, recordó ayer que el proyecto de financiar a la sanidad privada incorporándola al sistema y rompiendo el aseguramiento único lo defendía en el PP el hoy vicepresidente del Congreso Enrique Fernández Miranda. "Ese proyecto es el fin del sistema", dijo Amador. "Y Romay nunca lo había defendido públicamente. De todos modos, ya ha habido muchos signos en este sentido aprobando desgravaciones fiscales a las empresas que cubran con seguros médicos a sus empleados o manteniendo el concierto especial para 219.000 empleados de 36 antiguas empresas públicas. Y, por cierto, en Alzira, cuyo hospital da cobertura a 230.000 habitantes, la gente no puede optar: debe acudir siempre al nuevo hospital, que es de Adeslas".La opinión de Amador la comparte la secretaria de Sanidad de UGT, Pilar Navarro, quien subrayó la dificultad práctica de permitir elegir al paciente el tipo de hospital sin acometer una remodelación profunda del sistema de hospitales públicos, cuyos pacientes son asignados por áreas. Para Navarro la propuesta cuestiona la Ley General de Sanidad, que establece que el sistema público concertará con el sector privado de forma complementaria. Es decir, para cubrir las prestaciones que, por la razón que sea, no puede ofrecer en un sitio determinado.

La diputada de IU, Ángeles Maestro, es aún más crítica. En su opinión, la sanidad privada es más cara y peor que la pública por lo que sería absurdo destinar más recursos del Estado a ese sector. También la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública y la Unión de Consumidores de España criticaron la propuesta de Romay.

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