Nuevo retraso en la misión del transbordador para reparar el 'Hubble'

La NASA no quiere volar en fin de año

Una nueva reparación que necesita el transbordador estadounidense Discovery va a retrasar otra vez la misión de reparación del telescopio espacial Hubble, en el que sólo funcionan tres de los seis giróscopos de que dispone para mantener la precisa orientación necesaria para las observaciones astronómicas.Los transbordadores no vuelan desde el verano debido a las revisiones a que están siendo sometidos tras el cortocircuito potencialmente desastroso que se produjo durante la última misión, en julio pasado. El Discovery había sido ya revisado y la fecha prevista para el ini...

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Una nueva reparación que necesita el transbordador estadounidense Discovery va a retrasar otra vez la misión de reparación del telescopio espacial Hubble, en el que sólo funcionan tres de los seis giróscopos de que dispone para mantener la precisa orientación necesaria para las observaciones astronómicas.Los transbordadores no vuelan desde el verano debido a las revisiones a que están siendo sometidos tras el cortocircuito potencialmente desastroso que se produjo durante la última misión, en julio pasado. El Discovery había sido ya revisado y la fecha prevista para el inicio de la la misión era el 2 de diciembre. Sin embargo, a última hora, los técnicos de la NASA han decidido cambiar uno de los motores principales del transbordador, lo que retrasará la salida al menos cuatro o cinco días.

Si hubiera nuevos retrasos, la NASA podría decidir no realizar la misión, de 10 días de duración, hasta el año 2000, ya que no quiere volar durante el cambio de un año a otro, por miedo al efecto 2000 que puede afectar a los sistemas informáticos. La última fecha en la que se podría iniciar la misión sería el 14 de diciembre, de forma que hubiera holgura para mantener la nave en órbita uno o dos días si las condiciones meteorológicas de aterrizaje lo hicieran necesario. Quedarían luego varios días para apagar todos los sistemas del transbordador antes de la temida fecha del 31 de diciembre. Con este plan, la tripulación tendría que pasar la Navidad en el espacio, y muchos técnicos tendrían que trabajar en tierra, algo que la NASA ha tratado siempre de evitar. La última tripulación que pasó la Navidad en el espacio fue la del Apolo 8 en 1968.

"Hemos hecho grandes esfuerzos para garantizarnos el certificado [de adaptación al efecto 2000] que nos permite trabajar con seguridad en fin de año", ha declarado el director del programa de transbordadores, Ron Dittemore, a Space-com. "Pero el sentido común y la prudencia nos dicen que, si no es necesario, es mejor no hacerlo".

Los ingenieros del Discovery sabían hace tiempo que en uno de los motores estaba la punta rota de una broca, pero pensaban que no era peligrosa. Los jefes, sin embargo, decidieron el miércoles cambiar el motor debido a que durante el vuelo del Columbia en julio se produjo otro incidente, una fuga de hidrógeno en un motor, y no están dispuestos a correr riesgos.

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