El Parlamento Europeo fuerza la primera revisión al alza en los presupuestos de la Agenda 2000
Todos los grandes grupos presentes en el Parlamento Europeo garantizaron ayer su apoyo a una enmienda a los presupuestos de la Unión Europea (UE) para el próximo año que supondrá la primera revisión al alza de la Agenda 2000. La decisión, que deberá ser ratificada mañana en la votación del presupuesto en primera lectura y que supone elevar los gastos para pesca, es la constatación de que el acuerdo financiero alcanzado en marzo pasado en Berlín para el periodo comprendido entre el 2000 y el 2006 es insuficiente para financiar todas las políticas comunitarias.
Esta primera ruptura de la ...
Todos los grandes grupos presentes en el Parlamento Europeo garantizaron ayer su apoyo a una enmienda a los presupuestos de la Unión Europea (UE) para el próximo año que supondrá la primera revisión al alza de la Agenda 2000. La decisión, que deberá ser ratificada mañana en la votación del presupuesto en primera lectura y que supone elevar los gastos para pesca, es la constatación de que el acuerdo financiero alcanzado en marzo pasado en Berlín para el periodo comprendido entre el 2000 y el 2006 es insuficiente para financiar todas las políticas comunitarias.
Esta primera ruptura de la austeridad acordada en la cumbre de Berlín será de alcance limitado y con efectos presupuestarios modestos. El Parlamento sólo pide aumentar en 705 millones de euros (unos 100.000 millones de pesetas) el capítulo 4 del proyecto de Presupuestos que atiende a las acciones exteriores de la Unión (el Consejo las dota con 4.600 millones de euros), pero constituye un primer precedente para superar los topes de Berlín. El Parlamento Europeo reclama aumentar las partidas para Kosovo (500 millones de euros), para un acuerdo de pesca con Marruecos (125), ayuda a Turquía (50) y ayuda a Timor Oriental (30 millones de euros). Un grupo de países, encabezados por el Reino Unido, se había opuesto a que se superaran los 120 millones de euros estipulados para el acuerdo pesquero, por lo que con esta inyección sale mejorado.Amenaza
Si no hay un acuerdo entre Comisión, Parlamento y Consejo, la Eurocámara amenaza con dar por roto el acuerdo sobre las perspectivas financieras y aumentar el presupuesto aplicando los poderes que le otorga el artículo 272 del Tratado de Amsterdam.
En el improbable caso de que se llegue a ese extremo, se dibujaría el escenario más temido por gobiernos como el de España, que consideran que eso haría saltar por los aires los acuerdos de Berlín, incluyendo la financiación de los fondos estructurales. Una posibilidad que descarta el diputado socialista Joan Colom, al subrayar que esos fondos "están ya respaldados por los reglamentos que los acompañan".
El jefe de los populares españoles, Gerardo Galeote, justificó ayer su apoyo a la revisión al alza "para asegurar que habrá fondos para el acuerdo de pesca con Marruecos y con la condición de que no se reabra un debate general" sobre la Agenda 2000.
La posibilidad de que pueda reabrirse ese debate no parece probable, pero es más fácil de lo que hubiera sido en otra legislatura debido a la "chapuza legislativa" cometida por el anterior presidente del Parlamento, José María Gil-Robles, opinan fuentes socialistas. En su despedida, éste hizo un gran favor a los jefes de Estado o de Gobierno de los Quince al forzar que el acuerdo que respalda la Agenda 2000 fuera aprobado en mayo por mayoría simple, en lugar de la mayoría cualificada que se había exigido.
Aquella maniobra permitió aprobar la Agenda 2000 con sólo 280 votos (lejos de los 314 necesarios para la mayoría cualificada). Pero abrió la puerta a que con otro voto por mayoría simple la Agenda 2000 caiga y se abra una batalla en la UE. Para evitarlo, la Comisión propondrá un presupuesto rectificativo suplementario para dejar a todos contentos.
Esa propuesta, que se concretará en noviembre, permitiría destinar unos 400 millones de euros a las cuatro acciones exteriores defendidas por el Parlamento, de los que 150 procederían de una revisión al alza de las perspectivas financieras y 200 de un fondo de flexibilidad en el que nadie había reparado hasta que empezó esta pequeña crisis. Si el Parlamento se conforma y el Consejo acepta esa pequeña derrota política, la sangre no llegará al río.