María Lavalle invita con música a luchar contra el hambre

La cantautora ofreció anoche en Madrid el recital solidario 'Frutos compartidos'

María Lavalle sirvió a sus comensales anoche, en el teatro María Guerrero de Madrid, un auténtico banquete de música para alimentar la lucha contra el hambre. En la carta, aparte de las entradas a cargo de los actores Magüi Mira y Juan Echanove, que recitaron canciones de vitriolo, el plato principal, la carne y el pescado, lo puso ella con los temas de su nuevo disco, Frutos compartidos. De postre, Amancio Prada interpretó junto a la cantautora un tema, Refugiados. Entre todos pagaron la cuenta de la organización Acción contra el Hambre, ONG a la que se destinó la recaudación del acto.
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María Lavalle sirvió a sus comensales anoche, en el teatro María Guerrero de Madrid, un auténtico banquete de música para alimentar la lucha contra el hambre. En la carta, aparte de las entradas a cargo de los actores Magüi Mira y Juan Echanove, que recitaron canciones de vitriolo, el plato principal, la carne y el pescado, lo puso ella con los temas de su nuevo disco, Frutos compartidos. De postre, Amancio Prada interpretó junto a la cantautora un tema, Refugiados. Entre todos pagaron la cuenta de la organización Acción contra el Hambre, ONG a la que se destinó la recaudación del acto.

Todo bien servido, con copa y puro, en una noche en la que se hizo posible que esta compositora y amante de la mejor tradición de los cantautores europeos y latinoamericanos, su pan y su sal, se presentara a sus 49 años bien lucidos ante un público que llegó a la cena con los dientes largos.De primero, las ensaladas y los embutidos de Magüi Mira y Juan Echanove, que recitaron con gracia, ingenio y fuerza, con tablas y voces que atraparon a los clientes que habían contribuido con su entrada a donar fondos para una organización que nació en Francia hace 20 años y se implantó en España hace cinco. Fondos que servirán para que los 350 cooperantes -médicos, nutricionistas, ingenieros...- que actúan con Acción contra el Hambre en 40 países dispongan de más medios.

Mira y Echanove hicieron que el respetable abriera boca con textos de Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Kiko Veneno, Luis Eduardo Aute -que ha colaborado en el disco-, Joan Manuel Serrat, Pablo Guerrero, Paquita la del Barrio o del gran Discépolo, cuyo tango Cambalache sirvió para que Echanove condimentara bien los platos. "Me atraparon para esta iniciativa, aparte de porque saben que me encanta recitar, porque es un acto muy válido luchar contra el hambre en el mundo, es algo tangible, concreto, sobre lo que hay que concienciar a la gente y repetir experiencias de éstas", contaba Echanove después del recital.

El solomillo lo cocinó Lavalle, de voz suave pero profunda y aspecto dulce de luchadora convencida, quien, al empezar a servir sus nuevas canciones, alertó: "El pasado 16 de octubre fue el Día Mundial de la Alimentación y no está de más recordar que hoy existen 800 millones de personas que pasan hambre, de los cuales 40 millones mueren y 200 son niños", dijo. "La hambruna surge en países en guerra. Es un arma de guerra implacable y lenta que se lleva a las mujeres y los niños primero. Contra esto, los países ricos han disminuido sus ayudas a los más pobres en un 24% en los últimos años. Por eso debemos alegrarnos de que exista Acción contra el Hambre". Acto seguido, empezó a cantar.

Justo antes de que llegara el postre con Amancio Prada y la interpretación conjunta con la cantautora de Refugiados, canción que se incluye en Frutos compartidos, subió al escenario Olivier Longué, director de la organización, como un buen maitre, para agradecer las presencias y los detalles, como los del personal del Centro Dramático Nacional, que tiene su sede en el teatro y que donó sus sueldos del día para la organización. "La lucha contra el hambre no es fácil pero no tiene por qué ser triste", aseguró Longué, quien seguidamente dio las gracias especialmente a los artistas participantes y a Lavalle, "por su sensibilidad, por su compromiso solidario y por hacer de este acto un sueño".

Parte del postre, el vino y los licores, como los buenos invitados que llegan a las casas con algo debajo del brazo, la pusieron algunas figuras de la canción y artistas que se dejaron caer por allí. Por el teatro anduvo la gran Chavela Vargas, reina de la canción desgarrada; la actriz Enma Suárez, mucho más guapa al natural que en pantalla, o algunos cargos de postín, como Fernando Almansa, jefe de la Casa Real, en un acto en el que hubo calor y concienciación para intentar acabar con una de las lacras más vergonzosas de nuestros sistemas.

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