Tribuna:

El balance de los Presupuestos o los Presupuestos del balance

El Gobierno del Partido Popular ha presentado recientemente los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2000, los últimos de la presente legislatura. Y, naturalmente, nada más ver la luz han recibido alabanzas (hay quien ha dicho de ellos que son los mejores de la Unión Europea, junto a los del Reino Unido) y críticas (desde las filas socialistas se ha afirmado que estos Presupuestos benefician a los ricos en perjuicio de los pobres). No quiero entrar en el debate de si estos Presupuestos son buenos o malos; es un debate que no conduce a ninguna parte, porque la crítica será invari...

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El Gobierno del Partido Popular ha presentado recientemente los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2000, los últimos de la presente legislatura. Y, naturalmente, nada más ver la luz han recibido alabanzas (hay quien ha dicho de ellos que son los mejores de la Unión Europea, junto a los del Reino Unido) y críticas (desde las filas socialistas se ha afirmado que estos Presupuestos benefician a los ricos en perjuicio de los pobres). No quiero entrar en el debate de si estos Presupuestos son buenos o malos; es un debate que no conduce a ninguna parte, porque la crítica será invariablemente favorable o desfavorable según el color ideológico de quien los critique, al margen de la realidad objetiva de los Presupuestos.Por eso, me limitaré a dar algunas cifras y datos objetivos de los Presupuestos, para que el lector juzgue por sí mismo. Los Presupuestos para el 2000 persiguen dos grandes objetivos: crear empleo y mejorar nuestro sistema de protección social. Al servicio del primer objetivo encontramos las partidas de gastos dedicadas a las políticas activas de empleo (que crecen un 16,6%), las de infraestructuras (con un 7,7% de incremento), las de I + D (que suben un 10,5%), así como las políticas tributarias y de apoyo a las Pymes; al segundo de los grandes objetivos responde el impulso que reciben las Pensiones (5,5%), la Sanidad (un 8%) y la Educación (un 9,8%).

Es decir, las políticas llamadas "sociales" (que son la prioridad del Gobierno del Partido Popular) se incrementan en estos Presupuestos un 7%, muy por encima del crecimiento de la economía (el 3,7%); sin duda, un importante logro en lo que significa redistribución de la riqueza en España. Son, como ha dicho algún analista económico, los Presupuestos más comprometidos con el Bienestar Social de nuestra reciente historia democrática.

Pero los Presupuestos para el año 2000 deben contemplarse también como los últimos de la presente Legislatura y, por tanto, sirven de base para hacer balance de ésta. Nadie dudaba en 1996 de que las políticas económicas del Partido Popular serían mucho más eficaces de lo que lo habían sido las del PSOE, y la realidad ha demostrado que todas las previsiones se quedaron cortas.

Pero algunos (especialmente el PSOE) quisieron hacer dudar a los españoles del compromiso del PP con el Bienestar Social; la realidad ha vuelto a demostrar lo erradas e infames que eran aquellas afirmaciones.

Si comparamos el último Presupuesto que aprobó y gestionó el PSOE (el de 1995) con el último de esta Legislatura de Gobierno del PP (el proyecto para el año 2000), las diferencias son tan abrumadoras que se ha llegado a afirmar que éstos son "los Presupuestos que el PSOE hubiera querido hacer (con lo que el PP demuestra su mayor compromiso social), pero no pudo hacer (porque llevó a la economía española al borde de la quiebra)".

En efecto, las Pensiones y otras prestaciones sociales han crecido un 31,1% desde 1995 hasta el 2000; la Sanidad, un 33,8%; la Educación, un 26,4%; las políticas activas de empleo, un 140,4%; las inversiones en infraestructuras, un 30,6%, y las de Investigación y Desarrollo, un 145,4%. El incremento medio en las políticas sociales del PP ha sido de un 36,3% con respecto a las del PSOE, ¡y todavía hay quien quiere darnos lecciones de progresismo!

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Espero que el lector sepa disculpar esta avalancha de porcentajes (ordinaria, pero necesaria), en cuyo caso convendrá conmigo que nadie puede negar -sin hacer un extraordinario ejercicio de demagogia y de falsedad- que el PP es la formación política más comprometida con los desfavorecidos y, en general, con el Bienestar Social.

Manuel Seco Gordillo es diputado del PP por Sevilla.

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