Reportaje:EXCURSIONES : FUENTES DEL ERESMA

La larga marcha verde

Si el lector tuviese a bien sostener el periódico con la mano izquierda y extender, entretanto, la diestra con el dorso hacia arriba, podría aprender por arte de símil cómo es la cabecera del Eresma: el dedo pulgar es el arroyo del Puerto del Paular, que nace en el puerto homónimo, más conocido como Cotos; el índice, el de las Cárcavas del Valle, que surge de la entraña de las Guarramillas; el corazón, el de las Pintadas, que aflora en la varga del puerto de Navacerrada; el anular, el del Telégrafo, que ve la luz en la umbría de Siete Picos, y el meñique, el de Minguete, que brota cabe el puer...

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Si el lector tuviese a bien sostener el periódico con la mano izquierda y extender, entretanto, la diestra con el dorso hacia arriba, podría aprender por arte de símil cómo es la cabecera del Eresma: el dedo pulgar es el arroyo del Puerto del Paular, que nace en el puerto homónimo, más conocido como Cotos; el índice, el de las Cárcavas del Valle, que surge de la entraña de las Guarramillas; el corazón, el de las Pintadas, que aflora en la varga del puerto de Navacerrada; el anular, el del Telégrafo, que ve la luz en la umbría de Siete Picos, y el meñique, el de Minguete, que brota cabe el puerto de la Fuenfría. Los cinco dedos-arroyos se juntan cerca del puente de la Cantina, pulsera de piedras dieciochescas que ciñe esta gullivérica muñeca, a partir de la cual, al igual que el brazo empieza a llamarse brazo, el Eresma, Eresma. Por último, el vello que prolifera desde las segundas falanges hasta el codo es -aparte de un signo manifiesto de nuestra hermandad con los gorilas- el pinar de Valsaín.Uno de los caminos más hermosos y andaderos que en la sierra hacerse puedan es el de Cotos a Cercedilla por el puente de la Cantina y el puerto de la Fuenfría; o, lo que es lo mismo, por las primeras fuentes del Eresma y los bosques de pino silvestre más bellos del mundo. Se trata de un itinerario largo -más de cuatro leguas-, de los llamados abiertos -se empieza en un punto y se acaba en otro-, que sería casi imposible de realizar si no existiera el trenecillo Cercedilla-Cotos (línea C-9 de cercanías), el cual nos va a permitir subir al puerto para echarnos a andar sin tener que pensar en la vuelta, en el dichoso coche, en hacer autoestop, sufragar un taxi, vivaquear... y todas esas complicadas logísticas -hay guías de senderismo que proponen incluso operar en dos grupos reducidos, caminando cada uno en un sentido, para intercambiar las llaves de los vehículos a mitad de camino- que convierten un día de campo en algo tan placentero como unas maniobras militares.

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Llegados en tren al puerto de Cotos (1.848 metros), nos situaremos sobre el túnel donde termina la vía para tomar el camino marcado con señales de color blanco y rojo -sendero GR-10.1- que desciende por el pinar dejando a mano izquierda las instalaciones ferroviarias. Estaremos hollando una preciosa reliquia: el camino viejo del Paular, el único que hubo para pasar del valle del Lozoya (o del Paular) al del Eresma (o de Val-saín) hasta el año 1926, en que se acabó la carretera Rascafría-Cotos-puerto de Navacerrada.

Una horita de plácido descenso hay hasta desembocar en la pista forestal asfaltada de la Cruz de la Gallega, la cual seguiremos a la izquierda, cruzando el arroyo del Puerto del Paular y el de las Pintadas, para salir en otra media hora a la carretera de La Granja. Por ella bajaremos cerca de medio kilómetro hasta avistar el puente de la Cantina (1.320 metros). Poco antes de esta obra -debida a CarlosIII-, nace a mano izquierda, frente a una casa forestal, otro ramal de la mentada pista asfaltada, que nos va a llevar, cortando los arroyos del Telégrafo y de Minguete, y después de salvar un fatigoso repecho, hasta la fuente de la Reina, a casi tres horas del inicio.

En este punto -el más alto que alcanza el camino asfaltado-, tiraremos hacia arriba por la carretera de la República, amplia pista de tierra y guijo que pasa junto a las ruinas de Casarás -convento de templarios, según la leyenda; en realidad, casa de postas de FelipeII- antes de coronar el puerto de la Fuenfría, sito a 1.796 metros de altura y como a cuatro horas del comienzo. Otra hora más nos llevará el descenso por la calzada romana hasta el aparcamiento de Majavilán y, por carretera luego, hasta el hospital de la Fuenfría. Y la sexta hora, sin contar la del almuerzo y las paradas contemplativas, se nos irá paseando por el camino Puricelli -pista señalizada con círculos azules-, que nace junto al aparcamiento de visitantes del sanatorio y va a morir en la estación de Cercedilla.

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