Fiel a los cánones

Abrió Chaquetón un ciclo de tres días, programado en la FNAC con motivo de la colección de 50 compactos de grabaciones históricas lanzada por Universal. Él, Chaquetón, es el cantaor de uno de esos discos, que grabó en 1972 con el acompañamiento a la guitarra de Manolo Sanlúcar.A Chaquetón no le oímos mucho últimamente, es un caso de flagrante injusticia a que asistimos en el flamenco actual, pues él es uno de los pocos grandes, y más completos, cantaores que quedan en activo. Mientras muchos que apenas saben malcantar están trabajando sin parar y forrándose con cachés inauditos, artistas de ab...

Abrió Chaquetón un ciclo de tres días, programado en la FNAC con motivo de la colección de 50 compactos de grabaciones históricas lanzada por Universal. Él, Chaquetón, es el cantaor de uno de esos discos, que grabó en 1972 con el acompañamiento a la guitarra de Manolo Sanlúcar.A Chaquetón no le oímos mucho últimamente, es un caso de flagrante injusticia a que asistimos en el flamenco actual, pues él es uno de los pocos grandes, y más completos, cantaores que quedan en activo. Mientras muchos que apenas saben malcantar están trabajando sin parar y forrándose con cachés inauditos, artistas de absoluta integridad como Chaquetón se hallan casi condenados a una especie de ostracismo.

En este recital, hay que decirlo, no encontramos a Chaquetón en su mejor forma. Lógico si tenemos en cuenta que el cantaor flamenco necesita cantar con frecuencia para tener la voz en condiciones y hecha a su rajo y a sus tonos habituales. Pese a ello, Chaquetón dejó constancia, como siempre, de su gran fuste en el cante, su dominio de lo jondo y su fidelidad a los cánones. Y es que un cantaor de su entidad puede no llegar un día a la excelencia a que nos tiene acostumbrados, pero lo que no hará nunca es cantar malamente. Para eso están otros muchos por ahí, y más que andarán de camino sin duda.