Gobierno y sindicatos pactan que las pensiones más bajas suban una media de 3.000 pesetas

El Gobierno y los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, pactaron ayer un incremento de las pensiones mínimas para el próximo año. El acuerdo, que beneficiará a unos tres millones de personas, se ha logrado tras una larga negociación y en medio de una fuerte polémica entre el Gobierno y la oposición socialista. La subida oscila entre 1.650 y 7.255 pesetas, dependiendo del tipo de prestación, aunque la mayor parte de los afectados verán aumentada su pensión en unas 3.000 pesetas.

La mejora acordada ayer supone que los perceptores que cobran las prestaciones más bajas tendrán un incremento ...

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El Gobierno y los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, pactaron ayer un incremento de las pensiones mínimas para el próximo año. El acuerdo, que beneficiará a unos tres millones de personas, se ha logrado tras una larga negociación y en medio de una fuerte polémica entre el Gobierno y la oposición socialista. La subida oscila entre 1.650 y 7.255 pesetas, dependiendo del tipo de prestación, aunque la mayor parte de los afectados verán aumentada su pensión en unas 3.000 pesetas.

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La mejora acordada ayer supone que los perceptores que cobran las prestaciones más bajas tendrán un incremento medio ponderado del 5,4% el próximo año, frente al 2% que percibirá el resto de los ocho millones de pensionistas. Además, hay que revisar al alza todas las pensiones de este año, dado que la inflación será superior a la prevista. En total, el incremento de pensiones mínimas costará al Estado el año próximo unos 120.000 millones de pesetas, de los que la mitad corresponden al pacto de ayer. El acuerdo con los sindicatos supone un giro radical de la política de pensiones que pensaba aplicar el Gobierno del PP. El ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, había reiterado que las pensiones mínimas se revisarían en la renovación del Pacto de Toledo, cuya vigencia termina en diciembre del 2000. La decisión de la Junta de Andalucía de subir las pensiones no contributivas, medida que el Gobierno recurrió ante el Tribunal Constitucional, originó una fuerte polémica política. En pleno clima preelectoral, y después de que el Gobierno catalán siguiera el ejemplo andaluz, el Ejecutivo decidió flexibilizar su postura e iniciar una rápida negociación con los sindicatos que ha desembocado en el acuerdo alcanzado ayer.

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