ANIVERSARIO DEL GOLPE CONTRA ALLENDE

"Que viva cien años, pero en la cárcel"

No todo eran peregrinos entregados ayer en la residencia londinense de Augusto Pinochet. Mientras los partidarios del exdictador departían con él, un nutrido grupo de alrededor de trescientos exiliados chilenos que habían llegado de toda Europa en autobuses y coches particulares pedía cosas bien distintas apostado a las puertas de la urbanización. Gritaban, por ejemplo, "¡Que viva 100 años, pero en la cárcel!". En las pancartas que enarbolaban podían leerse los nombres de las víctimas de la represión, y en las pegatinas portadas por todos, algo muy simple: "Justicia para Chile". Muy cerca de ...

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No todo eran peregrinos entregados ayer en la residencia londinense de Augusto Pinochet. Mientras los partidarios del exdictador departían con él, un nutrido grupo de alrededor de trescientos exiliados chilenos que habían llegado de toda Europa en autobuses y coches particulares pedía cosas bien distintas apostado a las puertas de la urbanización. Gritaban, por ejemplo, "¡Que viva 100 años, pero en la cárcel!". En las pancartas que enarbolaban podían leerse los nombres de las víctimas de la represión, y en las pegatinas portadas por todos, algo muy simple: "Justicia para Chile". Muy cerca de la senda que lleva a la casa de Pinochet, y aprovechando un poste de luz, había tres banderas chilenas junto a unas velitas con fotos de los muertos. "No debemos consentir que haya un acuerdo político. Pinochet debe ser juzgado por lo que hizo. Este proceso es un logro para todos los pueblos del mundo. Demuestra que hay justicia y que la lucha de 26 años no ha sido en vano", aseguró Vicente Alegría, refugiado chileno residente en Londres.

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En su calidad de organizador de la manifestación de ayer, Alegría aseguró también que tenía algo personal que decir a Pinochet. "Si me hubieran dejado entrar a verle, le habría pedido que admita que es responsable de los abusos e injusticias que se le imputan. Que reconozca la importancia del arrepentimiento". Él y los demás manifestantes tenían previsto acudir también, a última hora de la tarde, a un acto político y cultural en la propia capital británica. Una cita entre solemne y festiva que serviría para agradecer todo el apoyo prestado por los grupos en defensa de los derechos humanos.

Por otra parte, diferentes asociaciones recordaron ayer, en varias ciudades españolas, al presidente chileno Salvador Allende, en el 26º aniversario de su muerte y del golpe de Estado de Pinochet. Madrid, Barcelona y Valencia fueron escenario de manifestaciones y ofrendas florales en las que se pidió que el exdictador no vuelva a Chile sin haber sido juzgado.

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