LA POLÉMICA DE LAS PENSIONES

Los empresarios catalanes lamentan que Pujol use a los pensionistas con fines electorales

En reuniones sectoriales se reprocha al líder nacionalista esa "maniobra" para ganar votos

Desencanto. Ésa es la sensación que ha dejado en los medios económicos que habitualmente respaldan a Jordi Pujol su decisión de subir las pensiones no contributivas un mes antes de las elecciones catalanas. La seriedad del presidente de la Generalitat que tantas veces le han aplaudido los industriales está seriamente tocada. "Si me hubiesen propuesto elegir tres nombres de políticos que nunca utilizarían las pensiones como argumento electoral habría colocado en primer lugar a Pujol. Jamás pensé que usaría tal maniobra electoralista", confiesa un importante empresario metalúrgico catalán.
...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Desencanto. Ésa es la sensación que ha dejado en los medios económicos que habitualmente respaldan a Jordi Pujol su decisión de subir las pensiones no contributivas un mes antes de las elecciones catalanas. La seriedad del presidente de la Generalitat que tantas veces le han aplaudido los industriales está seriamente tocada. "Si me hubiesen propuesto elegir tres nombres de políticos que nunca utilizarían las pensiones como argumento electoral habría colocado en primer lugar a Pujol. Jamás pensé que usaría tal maniobra electoralista", confiesa un importante empresario metalúrgico catalán.

Más información

El sentido de hombre de Estado que suele mostrar Jordi Pujol, líder del nacionalismo catalán, se ha agrietado cuando la matemática electoral no le cuadra. La gobernabilidad, la cordura presupuestaria demostrada por Convergència i Unió (CiU) desde 1993, o el apoyo decidido a la economía productiva, tres de los temas recurrentes del nacionalismo catalán, pierden altura a partir de la endeblez electoralista demostrada por el líder catalán al subir las pensiones.De momento, la repulsa de los empresarios es un clamor que sólo se transmite en comentarios o en declaraciones no oficiales. En medios de la patronal catalana, Fomento del Trabajo, integrada en la CEOE, se recoge estos días el descontento con el poder político expresado por los empresarios en las reuniones de las organizaciones sectoriales. Las críticas se dirigen a Pujol, pero también a José María Aznar, que en pocos días ha pasado del reproche a la imitación, al impulsar el acuerdo entre Gobierno y sindicatos para revisar al alza las pensiones. "Mientras los países europeos del entorno debaten a 20 o 30 años el futuro del sistema público de pensiones, Pujol y el Gobierno parecen haber olvidado los compromisos a largo plazo establecidos en el Pacto de Toledo", destaca un directivo de una importante organización sectorial catalana.

Estas opiniones no llevan el sello oficial de la patronal porque en su cúpula confederal, José Maria Cuevas, presidente de la CEOE, no quiere cometer el error de oponerse a la medida de subir las pensiones bajas para no quedarse solo en una posición extrema y acabar colocando al Gobierno en la moderación del centro, como ocurrió en 1996, cuando el entonces recién estrenado gabinete conservador prometió a los sindicatos no acometer la reforma laboral.

A las críticas del mundo económico, Pujol responde que su subida no se consolida, ya que sólo es para este año y a cargo del presupuesto de la Generalitat. Pujol argumenta que las pensiones no contributivas se financian al margen de las cotizaciones de la Seguridad Social y, por tanto, no afectan a la unidad de caja. Los empresarios entienden que la Generalitat haya decidido destinar parte de sus recursos a completar las pensiones bajas en vez de reforzar otros capítulos del presupuesto. Pero, al mismo tiempo, estos medios argumentan que resulta insostenible que la Generalitat suba las pensiones no contributivas cuando no puede tocar las jubilaciones mínimas de quienes han cotizado durante años.

Rebajar las cotizaciones

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El mundo empresarial pide claridad y se pregunta cuál es la verdadera situación de los fondos de la Seguridad Social. Si este año hay excedente gracias a la bonanza económica "lo mejor es aprovechar la coyuntura para crear puestos de trabajo a base de disminuir las cotizaciones por empleo", resume José Luis Salido, director de relaciones laborales de Fomento.En los foros económicos prevalece la idea de que la desmesura electoralista puede acabar poniendo en peligro la sostenibilidad a medio plazo del sistema público de pensiones. Los expertos se preguntan cómo se puede garantizar que las cotizaciones sean suficientes para la cobertura de las prestaciones contributivas cuando los pensionistas crecen a mayor velocidad que los cotizantes. Enrique Febre, consejero delegado de Axa Aurora, en su trabajo Hacia un nuevo sistema de pensiones: Pacto de Toledo y Alternativas se pregunta cómo se puede pensar en presupuestos equilibrados y al mismo tiempo en la constitución de reservas en el sistema contributivo cuando existe un déficit actualmente en la tesorería de la Seguridad Social y las proyecciones más optimistas preveen que éste déficit aumente al 2,3%, por lo menos, antes del 2005. Otros estudios de analistas de la Fundación BBV y de La Caixa afirman que la crisis del sistema de pensiones obedece a causas económicas, demográficas y sociológicas, lo que sitúa el panorama en los próximos años en un callejón sin salida. El pesimismo de los gabinetes de los grandes grupos financieros lleva siempre a que deben fomentarse métodos complementarios al sistema público a través de formas de capitalización.

El Círculo de Empresarios de Madrid considera que el actual sistema de reparto está abocado a la quiebra y defiende la transición al modelo de capitalización individual administrado por el sector privado.

Archivado En