Ganaderos belgas engordan sus reses en Holanda con hormonas ilegales

Las autoridades holandesas investigan la existencia de una red organizada para transportar ilegalmente ganado vacuno belga al país para engordarlo con hormonas prohibidas. El Gobierno habla de miles de animales que, después de alcanzar un gran peso en tiempo récord, son sacrificados en la clandestinidad y enviados de nuevo a Bélgica. Los ganaderos aprovechan que los controles holandeses son menos exhaustivos y el delito se sanciona con multas más bajas.Según el periódico De Standaard, los análisis realizados en Holanda buscan sustancias como el clembuterol, pero no detectan otras hormonas proh...

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Las autoridades holandesas investigan la existencia de una red organizada para transportar ilegalmente ganado vacuno belga al país para engordarlo con hormonas prohibidas. El Gobierno habla de miles de animales que, después de alcanzar un gran peso en tiempo récord, son sacrificados en la clandestinidad y enviados de nuevo a Bélgica. Los ganaderos aprovechan que los controles holandeses son menos exhaustivos y el delito se sanciona con multas más bajas.Según el periódico De Standaard, los análisis realizados en Holanda buscan sustancias como el clembuterol, pero no detectan otras hormonas prohibidas como los estrógenos y andrógenos. Con estos tratamientos, los animales alcanzan un peso de entre 600 y 800 kilos en tres meses.

El Ministerio de Agricultura abrió una investigación en 1998 tras ser alertado por las autoridades belgas. Las sospechas de un fraude a gran escala fueron corroboradas en julio cuando se descubrió a un comerciante inyectando hormonas ilegales a decenas de reses de procedencia belga hacinados en una granja. En Holanda, el uso de estas hormonas se sanciona con multas. En Bélgica, el empresario es obligado a someter a su ganado a exámenes periódicos que él mismo tiene que pagar.

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