El BCE vaticina una reactivación económica en la zona euro este año

El Banco Central Europeo (BCE) despejó ayer todas sus dudas sobre la perspectiva de crecimiento económico de la zona euro para los últimos seis meses de 1999 y confirmó que éste se acelerará entre agosto y diciembre. Por otra parte, el BCE reconoce que el aumento del precio del petróleo ejercerá una fuerte presión sobre la inflación en los próximos meses, pero confía en que la competitividad de otros sectores neutralizará esta presión. El banco espera que el desempleo se mantenga en el 10,3%.

"Los datos y resultados de que se dispone desde finales de junio concuerdan con las expectativa...

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El Banco Central Europeo (BCE) despejó ayer todas sus dudas sobre la perspectiva de crecimiento económico de la zona euro para los últimos seis meses de 1999 y confirmó que éste se acelerará entre agosto y diciembre. Por otra parte, el BCE reconoce que el aumento del precio del petróleo ejercerá una fuerte presión sobre la inflación en los próximos meses, pero confía en que la competitividad de otros sectores neutralizará esta presión. El banco espera que el desempleo se mantenga en el 10,3%.

"Los datos y resultados de que se dispone desde finales de junio concuerdan con las expectativas de que, durante el primer semestre de 1999, el ritmo de la actividad económica de la zona euro iba, primero, a frenar su descenso para, posteriormente, estabilizarse y luego acelerarse durante el segundo semestre del año. (...) Las señales procedentes de los mercados financieros confirmaron la mejora de las perspectivas en este sentido".De esta forma, el BCE despeja en su boletín mensual de agosto, publicado ayer, las dudas que manifestó en su informe de julio sobre si realmente los once países del euro iniciarían el camino de la recuperación económica entre este mes y diciembre próximo o tendrían que esperar hasta el 2000. "Las perspectivas sobre la actividad económica en la zona euro son más favorables ahora que hace un mes", dice el BCE.

La confirmación de las expectativas del BCE se produce un día después de que el jefe de estudios de la entidad, el alemán Otmar Issing, declarara que espera una fuerte recuperación de la economía europea para el próximo año.

El BCE espera que no haya fuertes presiones inflacionistas en las economías de los Once en los próximos meses. El banco reconoció que la fuerte alza del precio del petróleo en el último mes ejercerá una gran presión sobre los precios en los próximos meses. No obstante, el BCE confía en que la evolución de otros factores, como los precios de las materias primas no energéticas (todas excepto el petróleo, el carbón y el uranio, aunque las dos últimas inciden muy poco en la inflación), que en julio todavía estaban un 2,3% por debajo del mismo mes del año anterior, neutralizarán la presión del precio del crudo manteniendo bajo control la inflación.

Vigilancia sobre créditos

Además, el banco advierte de que vigilará muy de cerca el elevado ritmo de crecimiento del crédito al sector privado. Aunque la autoridad monetaria aclara que la evolución al alza de estos créditos no es necesariamente inflacionista, es necesario seguir atentamente su comportamiento en los próximos meses para que no se transforme en un problema para la inflación, dado que no hay restricciones de liquidez en la zona euro.En los mercados de divisas, la moneda única europea registró un fortalecimiento en julio y principios de agosto, sobre todo frente al dólar, aunque también con la libra esterlina y otras monedas europeas. En julio, el euro se apreció el 4,2% frente a la divisa estadounidense hasta los 1,07 dólares, pero esta mejora ha quedado reducida en los últimos días y la moneda única se cambiaba hoy a 1,0559 dólares, es decir, en torno a un 10% menos que cuando nació, el pasado 1 de enero.

Respecto al empleo, el BCE señala que la evolución más reciente del mercado laboral comienza a mostrar los efectos de la desaceleración económica de finales de 1998. Por ello, el banco afirma "que no sería de esperar que el desempleo siguiera descendiendo". En mayo, el índice homologado de desempleo en la eurozona era del 10,3%, al igual que en los dos meses anteriores, y para junio se esperaban unas cifras parecidas.

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