Una familia reclama a la Tate Gallery una obra del expolio nazi

El lienzo Vista del Palacio de Hampton Court, pintado por el maestro holandés Jan Griffier el Viejo hacia 1710, se ha convertido en la primera obra de arte expuesta en una sala británica, la Tate Gallery de Londres, en ser reclamada como parte del expolio de los nazis. Dos hermanos y una hermana judíos de ascendencia alemana, residentes en el Reino Unido y que prefieren mantenerse por ahora en el anonimato, aseguran que el óleo fue adquirido por su padre, un banquero muerto a tiros en 1937.El director de la colección, Nicholas Serota, ha atendido de inmediato su petición y está revisand...

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El lienzo Vista del Palacio de Hampton Court, pintado por el maestro holandés Jan Griffier el Viejo hacia 1710, se ha convertido en la primera obra de arte expuesta en una sala británica, la Tate Gallery de Londres, en ser reclamada como parte del expolio de los nazis. Dos hermanos y una hermana judíos de ascendencia alemana, residentes en el Reino Unido y que prefieren mantenerse por ahora en el anonimato, aseguran que el óleo fue adquirido por su padre, un banquero muerto a tiros en 1937.El director de la colección, Nicholas Serota, ha atendido de inmediato su petición y está revisando la procedencia y trámites de compra del cuadro.

Nacido en Amsterdam y especializado en paisajes que mezclaban la fantasía con la precisión topográfica, Jan Griffier el Viejo no es uno de los artistas más famosos de su tiempo. El hecho de que se instalara en Londres en 1667 le ha convertido, sin embargo, en un pintor muy apreciado en el Reino Unido, donde reprodujo enclaves de interés histórico. Para la familia que solicita la restitución, la obra en litigio forma parte de su trágica vida.

Cambio por comida

Evaluada hoy en unas 200.000 libras (50 millones de pesetas), la Vista del Palacio de Hampton Court colgaba de las paredes del salón de su casa en la ciudad germana de Düsseldorf. Adquirida por su padre, cuentan con un completo álbum de fotos para respaldar su reclamación. "El álbum es conmovedor y avala con fuerza su solicitud", dice Serota.

Tras el asesinato del progenitor, los tres hermanos huyeron a Inglaterra. La madre no pudo obtener un visado legal y escapó a Bélgica poco antes de la ocupación nazi de dicho país. Una vez en Bruselas, sobrevivió a base de vender los cuadros que llevó consigo. El de Griffier, un óleo sobre cobre, fue intercambiado por comida. Delatada por unos vecinos en 1944, fue deportada al campo de concentración belga de Malines. Poco después de la liberación pudo reunirse con sus tres hijos y murió en 1968.

Los expertos creen que el cuadro fue vendido durante la guerra a una galería abierta en la avenida Louise de Bruselas. También se supone que permaneció en una colección privada del sur de Alemania hasta 1955. Ese mismo año fue adquirido de buena fe por los marchantes británicos Ronald Browse y Delbanco, en una subasta organizada en Colonia. Vendido luego por 400 libras (100.000 pesetas) a la asociación Amigos de la Tate, fue por fin donado a la propia sala en 1961.

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