Un vial que atravesará el campus enfrenta a la Miguel Hernández con el alcalde de Elche
Las relaciones entre el Ayuntamiento de Elche y la Universidad Miguel Hernández no atraviesan su mejor momento. La futura construcción de un vial rápido de cuatro carriles, que atravesará el campus y dejará aislados a varios edificios académicos, ha enfrentado a las dos instituciones.El Consistorio asegura que la carretera figura en el Plan Especial, redactado por la propia Universidad antes de que el centro académico se instalara. La Delegación General de Estudiantes, el Consejo Económico y Social y diez arquitectos han presentado alegaciones al proyecto.
Los órganos consultivos y de g...
Las relaciones entre el Ayuntamiento de Elche y la Universidad Miguel Hernández no atraviesan su mejor momento. La futura construcción de un vial rápido de cuatro carriles, que atravesará el campus y dejará aislados a varios edificios académicos, ha enfrentado a las dos instituciones.El Consistorio asegura que la carretera figura en el Plan Especial, redactado por la propia Universidad antes de que el centro académico se instalara. La Delegación General de Estudiantes, el Consejo Económico y Social y diez arquitectos han presentado alegaciones al proyecto.
Los órganos consultivos y de gobierno de la Universidad Miguel Hernández consideran que el vial proyectado por el Ayuntamiento que dirige el socialista Diego Macià "no sólo supondrá una barrera, sino un riesgo físico para las personas". Las alegaciones persiguen que los munícipes frenen el proyecto y lo sustituyan por viales perimetrales para favorecer la construcción de un campus abierto, sin tráfico y con abundancia de espacios verdes. El Plan Especial de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que recoge el trazado de la carretera, fue presentado por la propia institución académica hace dos años y medio. Junto al plan, el Ayuntamiento de Elche encargó un estudio sobre el impacto en el tráfico que el campus produciría para la ciudad, ya que su localización impide un enlace entre las rondas de circunvalación. En el documento aparece una carretera de cuatro carriles y 33 metros de ancho que uniría a la ciudad con la Ronda Norte, descongestionándola de tráfico. En opinión del alcalde Macià, se trata de un vial "necesario". El primer edil incide en que el proyecto de la carretera existía antes de la creación de la Miguel Hernández, y estaba recogido en el planeamiento urbanístico de la ciudad. El munícipe afirma que la institución académica podría haber ubicado los edificios "en otra parte", ya que era "consciente" del trazado del vial. Edificios aislados Desde el Consistorio ilicitano se insiste en que solamente tres edificios quedarán desvinculados del resto del campus, de los cerca de la veintena que completarán las instalaciones universitarias en Elche. El alcalde asegura que la carretera sólo fraccionará el 10% del total del área universitaria, y denuncia la "falta de coordinación" entre la Universidad y su Consejo Económico y Social, ya que siendo la primera la que planteó el Plan Especial, su órgano consultivo presenta alegaciones, con el único voto en contra del propio Macià. Los técnicos municipales rechazarán las alegaciones con argumentos incluidos en el Plan General de Ordenación Urbana de Elche y el estudio de tráfico. Desde la concejalía de Urbanismo se mira con perplejidad el conflicto. El titular del área, José Ferrández, asegura que es "contradictorio" que la Universidad suscriba un plan que después recurre. "Lo que hará el Ayuntamiento", dice el edil, "será someter a información pública el documento, contestar las alegaciones y presentarlo a la Consejería de Obras Públicas para su aprobación definitiva". El denominado Nuevo Vial de Penetración, unirá la avenida del Ferrocarril con la Ronda Norte y el puente del Bimilenario. Las características de la carretera, que soportará según las previsiones una de las mayores intensidades de tráfico de la ciudad, son razones que esgrime la Universidad para considerar que el vial "vulnerará" la futura vida cotidiana en el campus. El rector, Jesús Rodríguez Marín, intenta por su parte restar importancia al enfrentamiento, y asegura que no hay "ningún dramatismo" en el caso. El académico, simplemente, considera que el vial "no se puede poner" donde ha sido proyectado. Como alternativa, Rodríguez Marín propone la construcción de nuevos viales que discurran por el perímetro de sus instalaciones, y la construcción de cuatro rotondas en las cuatro esquinas para no causar perjuicios al tráfico. El rector mantiene la tesis de que esta alternativa posibilitaría el mismo recorrido que el proyectado Vial de Penetración. El problema a esa alternativa radica que en la parte oeste del campus linda con un huerto de palmeras protegido. El Consejo Económico ha analizado tal circunstancia, y plantea trasplantar los árboles dentro del mismo recinto universitario. En la alegación, el Consejo cree que el vial "va en contra de la seguridad personal de toda la masa humana" que en un futuro se concentrará en la zona. Las previsiones de la Miguel Hernández es alcanzar, en un plazo de cuatro años, los 10.000 alumnos, a los que habrá que sumar el personal administrativo y docente. El impacto ambiental es otra de las objeciones planteadas al Ayuntamiento: ruidos y gases "a gran escala" harán difícil la estancia en la zona y la labor docente. La institución académica recuerda que el proyecto del campus optó por un recinto "peatonal y permeable" para poder "disfrutar" de sus zonas ajardinadas. Algo que se da de bofetadas con una carretera que lo cruce. El presidente del Consejo Económico, Emilio Cano, asegura que el órgano ofrece "su plena disposición" para encargar un estudio de tráfico e impacto ambiental para "avalar" las alternativas presentadas. Cano asegura no entender que mientras las ciudades caminan hacia la peatonalización, en Elche se proyecten carreteras en centros de estudio.