La construcción del desagüe marino de Mompás finalizará este otoño, 15 meses antes de lo previsto

VIENE DE LA PÁGINA 1 La Confederación Hidrográfica del Norte y Aguas del Añarbe garantizan que las obras acabarán en noviembre, 15 meses antes de lo previsto. La puesta en funcionamiento del emisario submarino permitirá arrojar las aguas residuales que generan la comarca de Donostialdea y el entorno de Pasaia -unos 260.000 habitantes en conjunto- a 1.300 metros de distancia mar adentro y a 45 metros de profundidad. Cuando la depuradora de Loiola esté a pleno rendimiento (finales de 2003), San Sebastián dejará de ser la única ciudad del norte de España que vierte al mar sus aguas sin haber si...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 La Confederación Hidrográfica del Norte y Aguas del Añarbe garantizan que las obras acabarán en noviembre, 15 meses antes de lo previsto. La puesta en funcionamiento del emisario submarino permitirá arrojar las aguas residuales que generan la comarca de Donostialdea y el entorno de Pasaia -unos 260.000 habitantes en conjunto- a 1.300 metros de distancia mar adentro y a 45 metros de profundidad. Cuando la depuradora de Loiola esté a pleno rendimiento (finales de 2003), San Sebastián dejará de ser la única ciudad del norte de España que vierte al mar sus aguas sin haber sido depuradas. De acuerdo con la idea primitiva, se iba a utilizar un agresivo procedimiento de voladuras controladas, con el fin de abrir una gran zanja bajo los acantilados y depositar el tubo sujeto con una capa de escollera. Con la nueva técnica, en cambio, se empleará el sistema de hinca, consistente en introducir una máquina tuneladora que horadará el subsuelo al mismo tiempo que formará a sus espaldas un túnel de hormigón de dos metros de diámetro interior y 2,40 metros de circunferencia externa. Al finalizar todo el tramo, esta máquina que hace las veces de un gusano mecánico, será retirada del fondo marino con un sistema de grúas y poleas sostenidas desde una gran embarcación. La novedad más importante de la obra, sin embargo, se refiere a la tubería submarina. Inicialmente se iban a colocar sobre el lecho marino unos veinte tubos, de 48 metros cada uno, unidos entre sí con un sistema que precisaba de la intervención de varios equipos de submarinistas. Este peligroso y esforzado trabajo dilataba las obras hasta el mes de febrero de 2001 y, además, los buzos encargados de realizar el ensamblaje de todos los tubos estarían sometidos a unas durísimas condiciones laborales, con grave riesgo para su seguridad física. Dos veces el Boulevard Ahora la tubería se construirá en una sola pieza y se montará en las instalaciones del puerto de Bilbao. La estructura consiste en un tubo de acero de 900 metros de longitud y dos metros de diámetro recubierto con una capa de polietileno por el exterior y otra de resina por dentro, en cuya parte final se le colocarán ocho chimeneas difusoras con 25 metros de distancia entre sí. La cañería gigante, que mide como dos veces el Boulevard donostiarra, será remolcada por mar desde el puerto de Bilbao hasta la bahía de Pasaia y desalojada mediante un procedimiento de hundimiento controlado en un surco preparado previamente sobre el suelo arenoso del mar, a 45 metros de profundidad. De esta forma, el tubo gigante quedará encamado en el fondo marino y será recubierto con arena, lo que le mantendrá libre de los golpes de mar y de la influencia de las corrientes de agua. La fusión con el túnel de 400 metros de longitud que sale de la tierra, al que accederán los colectores procedentes de la futura estación depuradora de Loiola, se conseguirá mediante la construcción de una pieza a medida que soldará ambos brazos. Por eso, el tubo submarino deberá ser hundido en un punto exacto.

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