HEPATITIS C

La inspección suspendió a Maeso por la "extrañeza" que causó su declaración

La responsable de los servicios de inspección de la Consejería de Sanidad, Amparo Flores, declaró ayer en el Juzgado de Instrucción número 5 de Valencia que aconsejó la suspensión de empleo de Juan Maeso, el anestesista imputado por el brote de hepatitis C localizado en Valencia, porque su declaración "le pareció extraña". Flores, jefa de la Unidad de Evaluación Sanitaria y Calidad Asistencial (UESCA) de la consejería, compareció ayer ante el juez que investiga la masiva infección, José Manuel Ortega, en compañía de dos de los miembros de ese servicio, Joaquín Andani y Agustín Vidal. La funci...

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La responsable de los servicios de inspección de la Consejería de Sanidad, Amparo Flores, declaró ayer en el Juzgado de Instrucción número 5 de Valencia que aconsejó la suspensión de empleo de Juan Maeso, el anestesista imputado por el brote de hepatitis C localizado en Valencia, porque su declaración "le pareció extraña". Flores, jefa de la Unidad de Evaluación Sanitaria y Calidad Asistencial (UESCA) de la consejería, compareció ayer ante el juez que investiga la masiva infección, José Manuel Ortega, en compañía de dos de los miembros de ese servicio, Joaquín Andani y Agustín Vidal. La funcionaria declaró que abrió la investigación administrativa a iniciativa del director general de Salud Pública, Francisco Bueno. Asimismo, Flores, a preguntas del abogado de Maeso, Francisco Davó, indicó que éste le aseguró que el anestesista era el foco de contagio del brote, por lo que las preguntas realizadas a todos los declarantes en el expediente giraban en torno a la actividad profesional del anestesista. La responsable de la UESCA, finalmente, y a pesar de que la mayoría de declaraciones no destacaban ni irregularidades ni malas prácticas en la actividad diaria de Maeso, recomendó a Farnós que suspendiera de empleo al facultativo, entonces, ya imputado por el juez. Flores, según declaró ayer, tomó esa decisión porque la declaración de Maeso le pareció extraña. Sin embargo, éste negó haber incurrido en cualquier anomalía en su trabajo diario y, preguntado por su supuesta adicción a alguna sustancia estupefaciente, limitó ésta a la ingestión de analgésicos comúnmente recetados. Los tres entrevistaron en poco más de 10 días a casi 200 responsables de hospitales, médicos y sanitarios para intentar depurar las posibles responsabilidades relacionadas con el contagio. El consejero del ramo, Joaquín Farnós, expedientó a 13 facultativos, finalmente exculpados, por haber ocultado su supuesto conocimiento de la crisis sanitaria.

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