La izquierda insiste en el Congreso contra la privatización

El frente de izquierda creado hace un mes para plantar cara a la política sanitaria del Gobierno del PP perdió ayer su primera batalla en el pleno del Congreso. La proposición que exigía al Ejecutivo "parar el proceso de privatización de la sanidad", con medidas como la transformación de los hospitales públicos en fundaciones sanitarias, firmada por PSOE, IU, NI y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), fue rechazada por 139 votos a favor y 159 en contra. El ministro de Sanidad y Consumo, José Manuel Romay Beccaría, no estuvo ayer en el pleno para escuchar a la portavoz socialista y antecesora e...

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El frente de izquierda creado hace un mes para plantar cara a la política sanitaria del Gobierno del PP perdió ayer su primera batalla en el pleno del Congreso. La proposición que exigía al Ejecutivo "parar el proceso de privatización de la sanidad", con medidas como la transformación de los hospitales públicos en fundaciones sanitarias, firmada por PSOE, IU, NI y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), fue rechazada por 139 votos a favor y 159 en contra. El ministro de Sanidad y Consumo, José Manuel Romay Beccaría, no estuvo ayer en el pleno para escuchar a la portavoz socialista y antecesora en el cargo, Ángeles Amador, repasar una por una las decisiones del Gobierno que la oposición considera encaminadas a privatizar la sanidad pública: el Hospital de Alzira (Valencia), de titularidad pública y gestión privada; favorecer los seguros sanitarios privados mediante incentivos en el IRPF; el mantenimiento de regímenes especiales como los de las entidades colaboradoras de la Seguridad Social, responsables del cuidado médico de 200.000 trabajadores de grandes empresas; y la creación de fundaciones públicas sanitarias. Esos movimientos, que según la izquierda comenzaron el año pasado, eran los que intentaba frenar ayer la oposición a través de una proposición no de ley. Eso y devolver al Parlamento el debate sanitario que, según las fuerzas de izquierda, ha sido sustituido por una "torticera utilización" de los mecanismos legislativos, en palabras de Amador, para quien el ejemplo más palpable de ello es la aprobación de las fundaciones a través de la ley de acompañamiento a los presupuestos.

"Burda manipulación"

El portavoz del Grupo Popular, César Villalón, calificó de "burda manipulación" la propuesta. Para Villalón no sólo no entra en los planes del Gobierno desmantelar el sistema público, como ha repetido Romay, sino que además esto "no sería posible porque la legislación no lo permite". También los socios nacionalistas apuntalaron al Gobierno. Pero sólo Coalición Canaria quiso explicar la posición de su grupo. Su portavoz, Jesús José Gómez, quien aseguró que la misma proposición "se ha traído al Congreso 24 veces", rompió una lanza en favor de la gestión privada, que "puede resultar eficaz". Y recordó a los socialistas que ellos mismos suscribieron en 1997 la ponencia que avala las nuevas formas de gestión sanitaria.

El consenso al que dio lugar este acuerdo -sólo votó en contra IU- se ha roto por el momento. No habrá pues un pacto sanitario, al estilo de lo que es el de Toledo para las pensiones.

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