Tribuna:POLÉMICA EN TORNO A LA RESTAURACIÓN

Carta abierta a Manuel Alcaraz (sobre "El caballero" de El Greco)

Le escribo con el mayor respeto a su personalidad política y sin ningún afán de polémica, pues poca es la luz que nace del enfrentamiento dialéctico, no así del debate sereno y fundamentado. Ha contestado usted a un artículo mío y, al agradecerle la atención que me presta, deseo también exponerle algunas precisiones.

Afirma usted que la comparecencia del secretario de Estado de Cultura me ha molestado especialmente. Ignoro de dónde lo deduce, pues en mi artículo no hago ni una sola referencia a este hecho. Si me lee usted con más atención entenderá que lo que a mí ciertamente me ha "mol...

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Le escribo con el mayor respeto a su personalidad política y sin ningún afán de polémica, pues poca es la luz que nace del enfrentamiento dialéctico, no así del debate sereno y fundamentado. Ha contestado usted a un artículo mío y, al agradecerle la atención que me presta, deseo también exponerle algunas precisiones.

Afirma usted que la comparecencia del secretario de Estado de Cultura me ha molestado especialmente. Ignoro de dónde lo deduce, pues en mi artículo no hago ni una sola referencia a este hecho. Si me lee usted con más atención entenderá que lo que a mí ciertamente me ha "molestado" -es un eufemismo, pues confieso que mi sentimiento destila una profunda irritación cívica- son los ataques infundados a un excelente profesional, ejemplar restaurador de más de setenta grecos, entre ellos, El caballero de la mano en el pecho, para dirimir otras contiendas ajenas a él.

Yo hago algo más que afirmar que esta última restauración cuenta con el beneplácito del director del Prado; cito literalmente la manifestación, publicada, que al respecto ha hecho el propio Fernando Checa: "Es el mejor especialista en restauración de El Greco en el mundo, y asumo como correcta la restauración de El caballero de la mano en el pecho".

Al escribir que la firma falsa de El Greco está parcialmente velada, no estoy afirmando con pudor, como usted sugiere, que está borrada. No hay que ser un experto para saber que si está borrada es irrecuperable, y que si solamente está velada, al levantar la correspondiente veladura, de nuevo reaparecerá la firma. Éste es el caso.

Su interés por el patrimonio artístico me parece admirable, y me inspira simpatía y solidaridad. Coincido con usted en defender la libertad de expresión de los técnicos del museo y la necesidad de establecer una metodología documentada del proceso de restauración.

Pero no me compete opinar sobre estas cuestiones, pues sinceramente ignoro si están o no resueltas.

Por el contrario, discrepo profundamente de un planteamiento suyo, que es el que, precisamente, ha motivado el artículo de denuncia al que usted contesta. Se lo explico. Escribe usted lo siguiente: "Quizás se ha causado un daño enorme a una obra capital de nuestro patrimonio".

. Esto es, desoyendo opiniones tan autorizadas como la de Alfonso Pérez Sánchez, y sin apoyarse en ninguna otra identificable, ¡dos años después de la restauración del cuadro! viene usted a sembrar una infundada duda, que puede erosionar gravemente el único capital que posee un conciudadano nuestro, llamado Rafael Alonso: el capital intangible de un prestigio acumulado durante veinticinco años de esforzado trabajo, y lo hace desde su relevante posición pública.

Si usted no está, como es obvio, en condiciones de afirmar que el cuadro de El Greco ha sufrido "un enorme daño", no debe contribuir a extender gratuitamente la sospecha. Ésa es la cuestión. Porque, como sabemos bien, es mucho más difícil defenderse de la sombra de una conjetura que de la más injusta de las imputaciones.

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