"Madrid es una mina de oro abandonada que hay que recuperar"
La brisa suaviza los efectos del sol de junio, y en la terraza del Café Gijón el escritor Antonio Gómez-Rufo, con traje claro, media sonrisa y aire indolente parece un personaje caribeño escapado de una novela de García Márquez. La luz de la tarde veraniega contrasta con aquel Madrid en blanco y negro de los años cincuenta, en el que transcurre su última novela, El desfile de la Victoria. Muy cerca del paseo de Recoletos, en la calle del Marqués de Riscal, Gómez-Rufo ha situado la pensión donde se hospeda Ernesto Bacigalupe, un anarquista que llega a la capital, 14 años después de la gu...
La brisa suaviza los efectos del sol de junio, y en la terraza del Café Gijón el escritor Antonio Gómez-Rufo, con traje claro, media sonrisa y aire indolente parece un personaje caribeño escapado de una novela de García Márquez. La luz de la tarde veraniega contrasta con aquel Madrid en blanco y negro de los años cincuenta, en el que transcurre su última novela, El desfile de la Victoria. Muy cerca del paseo de Recoletos, en la calle del Marqués de Riscal, Gómez-Rufo ha situado la pensión donde se hospeda Ernesto Bacigalupe, un anarquista que llega a la capital, 14 años después de la guerra civil, con la intención de matar a Franco. "Es una novela de sentimientos, un viaje al interior de las emociones de los madrileños de aquella época", explica este escritor, que nació en el barrio de Salamanca hace 45 años y que se confiesa cansado después de tres años sin parar de escribir. Desde 1995 ha publicado varias novelas y ensayos, ha escrito el guión junto a Luis García Berlanga de la serie sobre la vida de Blasco Ibáñez y también, junto al veterano cineasta, ha escrito el guión de Madrid-Tombuctú, una película que se estrenará en septiembre. Pregunta. Su novela, El desfile de la Victoria, transcurre en el Madrid de 1953. ¿Eligió por alguna razón ese año?Respuesta. Es un año importante, que marca un punto de inflexión en el franquismo: el Gobierno español acaba de ser reconocido por Estados Unidos, desaparece el movimiento guerrillero, el núcleo duro del franquismo pierde poder en favor de la Iglesia y se acaba la cartilla de racionamiento.
P. ¿Le ha resultado difícil reencontrarse con el Madrid de hace medio siglo?
R. No ha sido complicado. He investigado en las hemerotecas y he conversado con gente mayor que vivió aquel momento.
P. ¿Qué recuerdo tienen las personas con las que ha hablado para documentarse?
R. Me sorprendió que todos me dibujaran el mismo paisaje sociológico, desde un militar franquista hasta un condenado a muerte. Era todavía un Madrid dividido entre vencedores y vencidos, pero en el que el miedo iba poco a poco dejando paso a la normalidad de la vida.
P. ¿Es un libro político?
R. No, es una historia de sentimientos pero no forma parte del homenaje nacional a la nostalgia, porque nadie puede añorar aquellos años.
P. Usted dirigió el Centro Cultural de la Villa en plena movida madrileña, cuando Enrique Tierno Galván era alcalde. ¿Añora el Madrid de los ochenta?
R. Para mí los mejores años en esta ciudad fueron del 75 al 89. Madrid era una mina de oro a pleno rendimiento, y ahora es una mina de oro abandonada. Estoy seguro de que se va a recuperar, pero no se cuándo ni por quién.
El desfile de la Victoria. De Antonio Gómez-Rufo. Ediciones B. 2.500 pesetas.