Los sindicatos convocan una huelga intermitente en los hoteles de Baleares

La temporada turística de Baleares afronta de nuevo una época de incertidumbre y de máxima presión laboral, en una campaña con excelentes perspectivas de ocupación y rentabilidad de los hoteles. Del 25 de junio al 3 de agosto se han previsto cuatro tandas de paros de tres días cada una. Los bares del aeropuerto de Palma anuncian un cierre para el tercer fin de semana de este mes. El ámbito de la protesta puede abarcar a más de 2.000 hoteles y bloques de apartamentos, cafeterías y bares playeros, hasta las fábricas de comida para aviones.

Tras la huelga de 10 horas del transporte discrec...

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La temporada turística de Baleares afronta de nuevo una época de incertidumbre y de máxima presión laboral, en una campaña con excelentes perspectivas de ocupación y rentabilidad de los hoteles. Del 25 de junio al 3 de agosto se han previsto cuatro tandas de paros de tres días cada una. Los bares del aeropuerto de Palma anuncian un cierre para el tercer fin de semana de este mes. El ámbito de la protesta puede abarcar a más de 2.000 hoteles y bloques de apartamentos, cafeterías y bares playeros, hasta las fábricas de comida para aviones.

Tras la huelga de 10 horas del transporte discrecional de autocares, un plante sellado al instante el 27 de mayo, al aceptar la patronal un aumento salarial del 15% en dos años, los sindicatos CC OO y UGT de hostelería ratificaron ayer una convocatoria de huelga intermitente de 12 días de los 70.000 trabajadores ocupados en todo el sector del turismo insular, que atiende a cerca de 400.000 clientes.El parón laboral turístico está previsto que se inicie en el último fin de semana de junio, cuando despega la máxima actividad residencial del verano, del 25 de junio al 28 de junio; seguiría del 5 al 7 de julio, mientras se celebre la Universiada en Palma; se mantendría otra tanda en el puente más concurrido del estío mediterráneo, 13, 14 y 15 de julio, y concluiría la huelga al iniciarse el mes de mayor apogeo: 1, 2 y 3 de agosto.

La razón esgrimida por los sindicatos en la ruptura de las negociaciones del convenio de hostelería de Baleares radica en una divergencia, hasta ahora insalvable, entre patronos y trabajadores de dos puntos en el aumento salarial. Los representantes laborales demandan el 5,5%, el 10% en dos años, mientras que la patronal se cerró en el 3,5%.

La estabilidad de la jornada y un incremento hasta el 70% de las plantillas de fijos y fijos discontinuos son otras de las cuestiones sin acuerdo en estos momentos, tras cinco meses de conversaciones.

Las empresas exigen tres años de convenio y los trabajadores se sitúan en dos. Ayer, delegados de 300 hoteles ratificaron la convocatoria. Fomento del Turismo lamenta la convocatoria, pero resalta que "el tema no está tan negro, porque las diferencias económicas no son excesivamente grandes", y se insiste en que los trabajadores de hostelería no tienen la capacidad de "estrangulamiento" de huelga de transporte, señaló ayer Miquel Vicens, presidente de Fomento.

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