Tavernes, Gandia, Alginet, Cullera, Xirivella y Aldaia son los núcleos más ruidosos de la provincia de Valencia

Tavernes de la Valldigna, con un nivel medio de ruido diurno de 74,3 decibelios, es el núcleo urbano que más contaminación acústica sufre de la provincia de Valencia, según un estudio realizado en 41 poblaciones de más de 10.000 habitantes mediante un convenio entre la Universidad Politécnica y la Diputación. Tras la población de La Safor, se aúpan al podio de dudoso honor Alginet (con 73,9 decibelios) y Gandia (con 73,3). El tráfico, en especial de vehículos pesados hace que Xirivella, Catarroja, Aldaia y Alaquàs también superen los 72 decibelios, al igual que Cullera, que según el estudio ti...

Tavernes de la Valldigna, con un nivel medio de ruido diurno de 74,3 decibelios, es el núcleo urbano que más contaminación acústica sufre de la provincia de Valencia, según un estudio realizado en 41 poblaciones de más de 10.000 habitantes mediante un convenio entre la Universidad Politécnica y la Diputación. Tras la población de La Safor, se aúpan al podio de dudoso honor Alginet (con 73,9 decibelios) y Gandia (con 73,3). El tráfico, en especial de vehículos pesados hace que Xirivella, Catarroja, Aldaia y Alaquàs también superen los 72 decibelios, al igual que Cullera, que según el estudio tiene un "totalmente inaceptable elevado número de motos de baja cilindrada con el silenciador en malas condiciones o modificado". Y salvo Ademuz (con 64,3) todos los núcleos urbanos estudiados rebasan los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sitúa en 65 decibelios diurnos y en 55 nocturnos los niveles máximos tolerables. Las diferencias son considerables si se tiene en cuenta que para aumentar tres decibelios la fuente sonora debe invertir el doble de energía. El estudio, que ha costado casi 11 millones de pesetas, también hace un análisis detallado del ruido nocturno en cinco zonas de ocio de verano próximas a la playa. Canet de Berenguer, con 76,7 decibelios, obtuvo los resultados más estrepitosos, pero Cullera, El Perelló, la playa de Gandia y la Pobla de Farnals también confirmaron su fragorosa fama, que aunque han mejorado su acústica durante los fines de semana respecto a otro estudio de 1993 han empeorado considerablemente los días laborables.