El Ejército de Guatemala mantenía detalladas listas con sus detenciones, torturas y ejecuciones

Un documento que según grupos de derechos humanos procede de los archivos secretos de los militares guatemaltecos confirma sus sospechas de que informes sobre los detenidos, torturados y asesinados fuera de la ley se guardaron y archivaron por el Ejército. El documento, un deteriorado cuaderno de anillas, fue comprado a un militar de baja graduación por poco más de 310.000 pesetas, según informó la investigadora Kate Doyle, y es el más detallado recuento conocido de los abusos militares durante la guerra civil que asoló el país hasta hace tres años.

Lucrecia Vásquez no está segura de si...

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Un documento que según grupos de derechos humanos procede de los archivos secretos de los militares guatemaltecos confirma sus sospechas de que informes sobre los detenidos, torturados y asesinados fuera de la ley se guardaron y archivaron por el Ejército. El documento, un deteriorado cuaderno de anillas, fue comprado a un militar de baja graduación por poco más de 310.000 pesetas, según informó la investigadora Kate Doyle, y es el más detallado recuento conocido de los abusos militares durante la guerra civil que asoló el país hasta hace tres años.

Lucrecia Vásquez no está segura de si su hermano está vivo o muerto. La última vez que lo vio fue en abril de 1984, poco antes de que acabara sus estudios de Medicina. Ella recuerda que el teléfono sonó y que, al momento, Omar Darío Vásquez salió corriendo por la puerta. Gritó algo sobre una emergencia médica y dijo que regresaría pronto.Pero a Omar Vásquez, que entonces tenía 23 años, nunca se le volvió a ver. Y esta semana su hermana ha recibido lo que puede ser la primera prueba de la suerte que corrió. Un documento que, según responsables de derechos humanos, procede de archivos secretos del Ejército de Guatemala y donde se explica que Vásquez fue "detenido en la Séptima Avenida, frente al hotel Dorado Americana", en la ciudad de Guatemala. Nueve días más tarde, el 6 de mayo -señala el documento-, Vásquez fue asesinado. Su muerte, afirman los investigadores de derechos humanos, está anotada en el cuaderno mediante un código militar: "06-05-84: 300".

El documento fue hecho público ayer por los Archivos de la Seguridad Nacional, la Asociación Americana para el Progreso de las Ciencias y la oficina en Washington de la organización Human Rights Watch. Investigadores de estas entidades, que han estudiado el documento durante dos meses, han llegado a la conclusión de que describe las actividades de una unidad militar secreta en Guatemala que secuestró, torturó y ejecutó a guatemaltecos durante la primera parte de la década de 1980 dentro de una campaña de violencia del Ejército contra izquierdistas sospechosos de subversivos.

Larga guerra civil

Las muertes y desapariciones ocurrieron mientras Guatemala, un país de 11 millones de habitantes, era asolado por una guerra civil entre un Gobierno militar derechista -respaldado por EEUU- y una guerrilla de signo izquierdista. La guerra civil, que acabó hace tres años, fue la más larga y sangrienta de la historia de Centroamérica. Murieron unas 200.000 personas.

Según defensores de derechos humanos en Guatemala y EEUU, el nuevo documento -un registro de detenidos en un deteriorado cuaderno de anillas- es el más detallado sobre abusos militares jamás obtenido de fuentes del ejército guatemalteco. Los investigadores de derechos humanos, miembros de una comisión independiente conocida como Comisión para la Clarificación Histórica, habían solicitado sin éxito de los militares guatemaltecos esta clase de documentos durante 16 meses de investigaciones de los atropellos cometidos contra los derechos humanos.

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Funcionarios del Gobierno norteamericano que revisaron el cuaderno dijeron que, aunque podría tratarse de un documento auténtico de los servicios de inteligencia militares, no es algo que pueda ser encontrado en los archivos militares oficiales. Los investigadores de derechos humanos no están de acuerdo y argumentan que el documento es indicativo de que debe haber más.

"Es la mejor prueba que hayamos podido encontrar acerca de la estrategia calculada, deliberada, a sangre fría, que los militares emplearon para seleccionar a las personas de una en una", declaró Kate Doyle, una experta en Guatemala de los Archivos de la Seguridad Nacional que dirigió la investigación sobre el documento. "Debe haber otros como éste y ahora podemos presionar con más fuerza al Gobierno para que los facilite".

Doyle rechazó revelar la fuente que filtró el documento. Sólo dijo que los organismos de derechos humanos lo compraron a un antiguo militar "de baja graduación". Aunque casi todo el contenido del cuaderno está escrito en pura taquigrafía, sin firmas ni sellos militares, los investigadores están convencidos de que es auténtico. Docenas de personas registradas en el libro se han dado por desaparecidas en informes de prensa y de las organizaciones de derechos humanos en esa época, afirmó Doyle, y las fechas y datos de la detención de muchos prisioneros que aparecen en el libro también coinciden con los informes de derechos humanos de aquel periodo.

"Se lo llevó Pancho"

La sección más terrible del cuaderno con la lista de los detenidos por el ejército guatemalteco durante la guerra civil es la de las fichas. Numeradas del uno al 183, cada ficha incluye el nombre y supuesto seudónimo del prisionero; la fecha y lugar de captura; las relaciones del prisionero con grupos sospechosos de ser subversivos y cualquier actividad sospechosa, incluidos los viajes a Cuba y participación en manifestaciones.Pegada a cada ficha hay una fotografía de tamaño carné del detenido. Y, al final, una línea describe el destino del prisionero. Según los investigadores, más de cien de la lista fueron ejecutados. Sus muertes fueron descritas por el código 300 o por la frase "Se lo llevó Pancho".

Dividido en cuatro secciones, el cuaderno contiene informes de vigilancia de supuestas organizaciones subversivas, listas de casas consideradas subversivas que han sido allanadas y su contenido, y listas de organizaciones descritas como "fachadas al servicio de la subversión", incluidas la Asociación de Estudiantes Universitarios, el Frente Democrático contra la Represión y Amnistía Internacional. Los detenidos fueron secuestrados en restaurantes, cines, zonas comerciales o camino de sus casas.

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