Jolgorio en el barrio

La Orquesta Nacional de Barbès (ONB) organizó la verbena de San Isidro antes de tiempo. El barrio anda revuelto. Ya no es lo que era, dirán los más viejos del lugar. Y por una vez tienen razón. Barbès en París o Lavapiés en Madrid: emigrantes que traen al centro de las ciudades europeas las culturas de sus pueblos. El barrio parisiense se ha convertido en territorio magrebí.Los doce músicos tuvieron al público bailando por los pasillos desde la segunda canción. Sus melismas sobre una base de funk o reggae resultan demoledores. Casi dos horas sin respiro. Apenas unos minutos para ...

La Orquesta Nacional de Barbès (ONB) organizó la verbena de San Isidro antes de tiempo. El barrio anda revuelto. Ya no es lo que era, dirán los más viejos del lugar. Y por una vez tienen razón. Barbès en París o Lavapiés en Madrid: emigrantes que traen al centro de las ciudades europeas las culturas de sus pueblos. El barrio parisiense se ha convertido en territorio magrebí.Los doce músicos tuvieron al público bailando por los pasillos desde la segunda canción. Sus melismas sobre una base de funk o reggae resultan demoledores. Casi dos horas sin respiro. Apenas unos minutos para sentarse y darle al abanico mientras sonaba algo de chaabi marroquí. Por alguna razón la música rai que triunfa en Francia no acaba de funcionar aquí. Pero la ONB no hace rai: reúne todo el patrimonio sonoro del norte de África en una propuesta integradora. El riff de rock a lo Jimmy Zeppelin Page, con el que iniciaron uno de los temas, muestra sus planes.