Santuarios marinos
"Tiempo atrás los bancos de ballenas se comunicaban entre sí desde las posiciones más alejadas del globo mediante ultrasonidos; normalmente eran llamadas amorosas u otros tipos de mensajes cuyo significado sigue siendo desconocido para nosotros", recuerda Tabucchi en Dama de Porto Pim. Este homenaje en forma de pequeñas historias de ballenas y balleneros no olvida, sin embargo, que "ahora que los mares están llenos de ruidos mecánicosy de ultrasonidos artificiales (...) las ballenas tienen demasiadas interferencias" y sus llamadas "vagan errantes por los abismos". Pese a esta devoción, y a la ...
"Tiempo atrás los bancos de ballenas se comunicaban entre sí desde las posiciones más alejadas del globo mediante ultrasonidos; normalmente eran llamadas amorosas u otros tipos de mensajes cuyo significado sigue siendo desconocido para nosotros", recuerda Tabucchi en Dama de Porto Pim. Este homenaje en forma de pequeñas historias de ballenas y balleneros no olvida, sin embargo, que "ahora que los mares están llenos de ruidos mecánicosy de ultrasonidos artificiales (...) las ballenas tienen demasiadas interferencias" y sus llamadas "vagan errantes por los abismos". Pese a esta devoción, y a la de Shakespeare y a las observaciones de Michelet y de Milton en Paraísos perdidos, la pasión casi sagrada por los cetáceos no ha sido proporcional a las políticas de protección de los gobiernos hacia los santuarios marinos. Después de 12 años de celebración de conferencias anuales, la European Cetacean Society se encuentra en Valencia como anfitriona de los más de 400 especialistas de los cinco continentes que participan, durante tres días, en el congreso sobre La conservación de los mamíferos marinos para el nuevo milenio, que comenzó ayer y concluirá mañana en el Palau de la Música. El banderazo de salida, y también la primera nota de esperanza hacia la búsqueda de estrategias compartidas para la conservación de los cetáceos, lo dio ayer el secretario general del Ministerio de Medio Ambiente, Juan Luis Muriel, en la apertura del congreso. Muriel defendió que, junto a la declaración de "santuarios" marinos para proteger a los cetáceos, es imprescindible "una visión amplia" por parte de sectores como el turístico y el pesquero para que apliquen criterios de sostenibilidad que permitan compatibilizar la protección con el desarrollo sostenible. Aunque, según Muriel, la volundad decidida del ministerio por declarar más espacios reservados es difícil debido a los largos deplazamientos que caracterizan la vida de los mamíferos marinos. Muriel adelantó que Medio Ambiente trabaja en un proyecto junto al Instituto Oceanográfico Español y universidades como la de Valencia -anfitriona de este congreso anual dentro del programa de celebración de sus Cinc Segles- para "poner en marcha un inventario más amplio de hábitats y especies protegidas y, una vez realizado éste, definir las áreas de protección en colaboración con las autonomías". En ese sentido, las últimas aportaciones del grupo de investigadores y científicos a bordo del Toftevvag, un barco de 1910 que ha permanecido un par de semanas en aguas del litoral valenciano, revelan la existencia de ballenas, cachalotes y delfines a tan sólo 15 millas del puerto de Valencia, lo que obliga a implementar las medidas de protección en la Comunidad Valenciana. Según el capitán de la embarcación, Ricardo Sargamina, se hace urgente "evitar la sobreexplotación de los recursos marinos, especialmente de las especies más jóvenes". Más tajante, el organizador del congreso y profesor de la Universidad de Valencia Juan Antonio Raga, asegura que la supervivencia de las ballenas, es también la nuestra. El encuentro se propone para ello potenciar la relación entre responsables de convenios y protocolos de gobiernos para garantizar la conservación.