"Los presos con males incurables deben ser excarcelados"

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid (máximo órgano judicial penitenciario en el ámbito de la Comunidad de Madrid) mantiene desde comienzos de 1998 el criterio de que los presos "con enfermedades incurables" deben ser excarcelados.Sostiene este tribunal que, en esas condiciones, la pena privativa de libertad desvirtúa su finalidad constitucional (la reinserción social del reo), y se torna "cruel e inhumana" desde el momento en que se diagnostica al interno una enfermedad incurable y, pese a todo, se le mantiene entre rejas. Basándose en este criterio, la Audiencia de Madrid h...

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid (máximo órgano judicial penitenciario en el ámbito de la Comunidad de Madrid) mantiene desde comienzos de 1998 el criterio de que los presos "con enfermedades incurables" deben ser excarcelados.Sostiene este tribunal que, en esas condiciones, la pena privativa de libertad desvirtúa su finalidad constitucional (la reinserción social del reo), y se torna "cruel e inhumana" desde el momento en que se diagnostica al interno una enfermedad incurable y, pese a todo, se le mantiene entre rejas. Basándose en este criterio, la Audiencia de Madrid ha excarcelado ya a una decena de internos que cumplen condena en las siete prisiones de la Comunidad madrileña.

El tribunal, integrado por José Luis Calvo, Jesús Guijarro y Arturo Beltrán, es partidario de adelantar la excarcelación al momento en que los médicos diagnostican la enfermedad, y no esperar al periodo agónico del interno. Se les adelanta la libertad "para que vivan dignamente" el resto de sus días, argumentan los magistrados en los coincidentes autos que viene dictando la Audiencia desde 1998.

La legislación vigente faculta a los jueces de vigilancia penitenciaria y a los tribunales para que excarcelen a los presos abocados a la muerte, si bien la mayoría de los magistrados sólo suele adoptar tal medida cuando la muerte se revela inminente.

Más de un 10% de los aproximadamente 40.000 presos que albergan las cárceles españolas padecen males incurables, especialmente el sida.