La fábrica Casarramona dispondrá del espacio para exposiciones más grande de Barcelona

La fábrica Casarramona, futura sede en Barcelona de la Fundación La Caixa, dispondrá del espacio para exposiciones más grande de la ciudad, unos 4.000 metros cuadrados, lo que permitirá simultanear distintas exhibiciones y actividades en lo que será un macrocentro cultural que reactivará la falda de Monjuïc y el barrio adyacente. Lluís Monreal, director general de la fundación, explicó ayer los detalles de la restauración del emblemático edificio industrial que construyó Josep Puig i Cadafalch en 1911. Para ello, la entidad inviertirá unos 3.500 millones de pesetas.

Está previsto que, e...

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La fábrica Casarramona, futura sede en Barcelona de la Fundación La Caixa, dispondrá del espacio para exposiciones más grande de la ciudad, unos 4.000 metros cuadrados, lo que permitirá simultanear distintas exhibiciones y actividades en lo que será un macrocentro cultural que reactivará la falda de Monjuïc y el barrio adyacente. Lluís Monreal, director general de la fundación, explicó ayer los detalles de la restauración del emblemático edificio industrial que construyó Josep Puig i Cadafalch en 1911. Para ello, la entidad inviertirá unos 3.500 millones de pesetas.

Está previsto que, en una primera fase, la fábrica Casarramona se inaugure en noviembre de este año con motivo de la exposición Barça, Barça, Barça....Cent anys de passió blaugrana, organizada por la entidad con motivo del centenario del Fútbol Club Barcelona. Esta exhibición, que con todo tipo de medios intentará abarcar desde la historia deportiva del club a sus dimensiones social y cultural, estará abierta hasta julio del 2000 y ocupará toda la planta baja del edificio, es decir, las naves diseñadas originalmente por Puig i Cadafalch. Provisionalmente se entrará por una apertura situada en la fachada situada frente a la avenida del Marqués de Comillas. La colección Tras la clausura de esta exposición, la fábrica cerrará para finalizar la construcción del sótano y del acceso principal, los dos elementos nuevos más emblemáticos del centro. Durante el primer trimestre del 2001, se inaugurará de forma definitiva con una gran exposición de los fondos de la colección de arte contemporáneo de la Fundación La Caixa, en lo que se supone será la selección más amplia y completa de las cerca de 700 piezas que la integran. "La fábrica Casarramona es a la arquitectura industrial modernista lo que la Sagrada Familia es a la religiosa", afirmó ayer Lluís Monreal durante la presentación pública de la rehabilitación del edificio. Monreal insistió en enfatizar el hecho de que antes de encargar el proyecto arquitectónico del edificio se había realizado un programa funcional de las necesidades de la entidad. Después, añadió, se procedió a encargar el proyecto que, de hecho, ha contado con tres responsables. Roberto Luna se ha encargado del concepto arquitectónico global; Francisco Javier Asarta se ha ha hecho cargo de la delicada restauración de las fachadas; y el ingeniero Robert Brufau ha sido el principal responsable de que todo el conjunto sea posible ya que prácticamente puede decirse que el edificio histórico ha quedado suspendido sobre otras estructuras modernas que lo sostienen y dan estabilidad al tiempo que permiten la ampliación en el sótano. "Ha sido un proyecto de gran complejidad técnica", afirmó Monreal. "Baste decir que se utilizarán unos 7.300 metros cúbicos de hormigón, se han instalado tres kilómetros y medio de jácenas invisibles y 10 kilómetros de micropilotes que aguantan todo el edificio, y ha sido preciso para construir el sótano eliminar unos 40.000 metros cúbicos de tierra". Ayer, aún podían verse las máquinas excavadoras horadando el suelo de una de las tres naves del edificio, que aparece como un gran agujero atravesado por enormes vigas que le dan un aspecto fantasmagórico. Los responsables de las obras afirman que toda la planta baja, incluido el restaurante con dos pequeños patios para el verano, estará acabada para la exposición del Barça. Una vez acabado en el 2001, al centro se accederá por una estructura nueva acristalada de tipo minimalista -o tal vez de una escultura- situada en la confluencia entre la avenida del Marqués de Comillas y calle de México. El edificio estará dividido en tres plantas. En el sótano se situará el vestíbulo, la tienda, la mediateca, un auditorio con capacidad para 400 plazas y los servicios de conservación y almacén de obras de arte. En la planta baja, la más noble, se situarán las salas de exposiciones, el restaurante y el espacio pedagógico Laboratorio de las Artes. En la primera planta, mucho más pequeña, se situarán salas de reuniones y oficinas de administración. Según Monreal, la colección de arte de la fundación se exhibirá de forma "permanente-temporal", una paradójica expresión que, según explicó, quiere decir que los fondos de esta colección -"que para exponerlos en su totalidad se precisarían unos 15.000 metros cuadrados", afirmó- se exhibirán de forma rotatoria mediante exposiciones que pueden tener distintos comisarios. Las líneas expositivas de la entidad se mantendrán como hasta ahora. La actual sede, la casa Macaya, permanecerá activa hasta la inauguración definitiva del nuevo centro. "Sobre su futuro decidiremos en los próximos meses", afirmó Monreal.

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