Las exportaciones de Brasil hacia Argentina subieron un 54% en enero

El impacto de la crisis brasileña en la economía argentina ya es oficial. Un informe reservado del Gobierno del presidente Carlos Menem publicado ayer demuestra que las exportaciones de Brasil hacia su principal socio del Mercosur aumentaron una media del 54% en enero, y dos productos en particular, los textiles y el azúcar, llegaron a subir un 3.000% y un 1.009%, respectivamente. Con estos datos, el Gobierno argentino ha empezado a presionar para obtener de Brasilia medidas compensatorias.

La temida avalancha de productos brasileños en el mercado argentino, como consecuencia de la fuer...

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El impacto de la crisis brasileña en la economía argentina ya es oficial. Un informe reservado del Gobierno del presidente Carlos Menem publicado ayer demuestra que las exportaciones de Brasil hacia su principal socio del Mercosur aumentaron una media del 54% en enero, y dos productos en particular, los textiles y el azúcar, llegaron a subir un 3.000% y un 1.009%, respectivamente. Con estos datos, el Gobierno argentino ha empezado a presionar para obtener de Brasilia medidas compensatorias.

La temida avalancha de productos brasileños en el mercado argentino, como consecuencia de la fuerte devaluación del real, es un hecho. Un informe reservado del Gobierno argentino, difundido ayer por el diario Clarín, señala que en las primeras cuatro semanas de 1999 (periodo entre los días previos a la devaluación y el derrumbe del real en más del 40%), la entrada de productos brasileños en Argentina ha aumentado un 54% de media. Según el citado informe, las importaciones de tejidos y azúcar se incrementaron en enero un 3.000% y un 1.009%, respectivamente, por citar los casos extremos. Los productos farmacéuticos (214%), frutas (153%), cacao (138%) y caucho y manufacturas (119%) procedentes de Brasil están invadiendo el mercado argentino. Sin embargo, las exportaciones de alcohol y productos destilados descendieron un 75% y las de pieles y cueros un 61%, entre otros productos.

Medidas de equilibrio

Con estos datos sobre la mesa, la delegación argentina que se reunió ayer con su par brasileña en Brasilia trata de negociar medidas de compensación, con especial énfasis en la eliminación de los incentivos a las exportaciones brasileñas. La reunión entre altos funcionarios de las cancillerías de ambos países es la antesala de la cumbre entre los presidentes Fernando Henrique Cardoso y Carlos Menem, que se celebrará el viernes próximo en São Paulo. La preocupación del Gobierno argentino va más allá de la avalancha de productos brasileños. Por efecto de la acusada dependencia comercial con respecto al vecino del norte, Argentina perderá competitividad, según subrayan diversos economistas, lo que se traducirá en un aumento del déficit de la balanza comercial. Las exportaciones argentinas, que habían experimentado un marcado retroceso en el segundo tramo de 1998, disminuirán unos 2.500 millones de pesos (2.200 millones de euros, 366.000 millones de pesetas) si se profundiza la recesión y Argentina no consigue colocar sus productos en mercados alternativos. "La dependencia comercial de Brasil es el reflejo de la escasa competitividad para acceder a otros mercados", afirma el último informe semanal de la Fundación Capital (especializada en estudios económicos), que achaca a las propias deficiencias del comercio exterior argentino y no únicamente a la crisis brasileña, el periodo de recesión en puertas.

Paralelamente, los exportadores argentinos del sector agroindustrial han expresado su inquietud ante los retrasos de los pagos a que debe hacer frente Brasil. Varias empresas aceiteras tienen problemas para cobrar mercancías que ya han sido enviadas, en tanto sectores arroceros y de productos lácteos han sido convocados por sus clientes brasileños para renegociar contratos con el objetivo de reducir los precios de compra tras la devaluación del real.

A modo de ejemplo, la provincia de Entre Ríos (al norte de Buenos Aires) siente con fuerza el impacto de la crisis brasileña. Las cooperativas de esta zona tienen dificultades para cobrar las ventas de arroz realizadas en los últimos meses a Brasil, que alcanzaron las 40.000 toneladas por un valor superior a los cinco millones de pesos (4,4 millones de euros, 730 millones de pesetas).

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