Una enfermedad casi inexistente en España

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La lepra es una enfermedad casi inexistente en España. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 1998 sólo contrajeron esta enfermedad cinco personas. Sin embargo, el coordinaror sanitario de Fontilles, especializado en su tratamiento, dice que son 13. Se tome uno u otro dato por referencia, distan años luz de la marca que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para juzgarlo un problema de salud pública: un leproso por cada 10.000 habitantes.Según Fontilles, en 1997 afloraron otros doce casos de lepra en España, al igual que el año precedente. Los expertos oficiales y privados coinciden en que buena parte de estos casos son importados. Se trata de inmigrantes ilegales o personas que han contraído la enfermedad tras una larga estancia en países donde la lepra es endémica.

Un foco tradicional de esta dolencia ha sido en España la etnia gitana, por sus penosas condiciones de vida en algunos poblados (hacinamiento, desnutrición, falta de higiene...). La geografía marca a Andalucía como la comunidad que históricamente registra más leprosos. De los 192 enfermos de lepra censados, 143 corresponden a la comunidad andaluza y, de ellos, 58 viven en Jaén. Es decir, uno por cada 11.300 habitantes, cifra que se aproxima mucho a la considerada preocupante por la OMS. En su práctica totalidad ya han sido dados de alta y sólo están sometidos a revisiones.

El número de pacientes aún enfermos y en tratamiento ronda la treintena. La lepra tiene cura. El bíblico temor al contagio, no. Algunos ex enfermos viven y mueren en lazaretos sin tal nombre. Bajo la peor llaga: el olvido de sus seres queridos.