Un documento vincula a Pinochet con la persecución de opositores en el extranjero

Un testigo en la causa abierta por la Audiencia Nacional contra Augusto Pinochet entregó ayer al juez Baltasar Garzón una carta en la que el exdictador chileno aparece vinculado a la Operación Cóndor: el asesinato de opositores al régimen en el exilio. En un documento de 1975 al que ha tenido acceso EL PAÍS, Manuel Contreras, entonces jefe de la Dina (policía política de la dictadura), solicitaba a Pinochet fondos destinados a financiar el despliegue de agentes en 10 embajadas para la "neutralización de los principales adversarios de la Junta de Gobierno en el exterior".

Fuentes jurídic...

Un testigo en la causa abierta por la Audiencia Nacional contra Augusto Pinochet entregó ayer al juez Baltasar Garzón una carta en la que el exdictador chileno aparece vinculado a la Operación Cóndor: el asesinato de opositores al régimen en el exilio. En un documento de 1975 al que ha tenido acceso EL PAÍS, Manuel Contreras, entonces jefe de la Dina (policía política de la dictadura), solicitaba a Pinochet fondos destinados a financiar el despliegue de agentes en 10 embajadas para la "neutralización de los principales adversarios de la Junta de Gobierno en el exterior".

Fuentes jurídicas confirmaron ayer que el periodista uruguayo Samuel Blixen -autor del libro Operación Cóndor, y que ha investigado las violaciones de los derechos humanos bajo la dictadura chilena (1973-1990)- entregó a Garzón la carta, fechada el 16 de septiembre de 1975, y dirigida por el entonces coronel Contreras -que en la actualidad cumple una pena de prisión en Chile por el asesinato de Orlando Letelier- al presidente de la República.En el documento, que fue localizado en Chile por Blixen, el director de la Dina expone las razones por las que considera "indispensable" solicitar "una partida adicional de 600.000 dólares [85 millones de pesetas al cambio actual]" para financiar determinadas actividades de su departamento.

Contreras le aclara a Pinochet que el dinero va a ser destinado a costear los gastos de "aumento de personal de la Dina adscrito a las misiones diplomáticas de Chile" en el extranjero, y detalla la localización de los 10 nuevos agentes: dos en las embajada en Perú, Brasil y Argentina, y uno en las de Venezuela, Costa Rica, Bélgica e Italia. El jefe de la policía política también argumenta la necesidad de cubrir los "gastos adicionales para la neutralización de los principales adversarios de la Junta [Militar] de Gobierno en el exterior, especialmente en México, Argentina, Costa Rica, Estados Unidos, Francia e Italia".

Tras ofrecer su testimonio al juez Garzón, Samuel Blixen explicó ayer a este diario que el documento presentado "es el máximo a que se ha llegado hasta ahora para confirmar la relación de Pinochet con la Dina". El periodista e investigador destaca que en el propio encabezamiento de la carta -"En atención a lo convenido con V. E.", reza textualmente- "se confirma que Pinochet ya había discutido antes con el jefe de la Dina sobre cómo eliminar a los opositores del régimen en el exterior".

En su opinión, el documento confirma también la presencia de agentes de la policía política en las embajadas chilenas, en una red coordinada desde Santiago y bajo la dependencia de los agregados militares en las misiones diplomáticas.

"El despliegue de los agentes coincide con lugares donde se produjeron atentados contra opositores al régimen, como los que sufrieron el expresidente Bernardo Leighton, en Roma; el exministro de Exteriores Orlando Letelier, en Washington, o los fallidos ataques contra el secretario general del Partido Socialista de Chile, Carlos Altamirano, en Francia y Estados Unidos", asegura el periodista.

La carta entregada ayer a Garzón también revela las operaciones de la policía política de la dictadura chilena en países latinoamericanos. Así, la petición de nuevos fondos planteada a Pinochet por Conteras insiste en cubrir los "gastos relacionados con las operaciones en Perú", en las que cita la "ayuda a nuestros partidarios en la Armada peruana y en la prensa".

Blixen precisó que había entregado al juez otros documentos, como el acta de una reunión que mantuvieron en Madrid en 1975, que asistían a los funerales de Francisco Franco, con miembros de la extrema derecha italiana.